Hay varias formas de mejorar tus relaciones y conseguir gustarle a alguien. Lo normal es invitarle a tomar una copa o a comer para conoceros mejor.
Pero si esto no funciona o estás cansado de repetir la misma pauta una y otra vez sin Ă©xito, deberĂas recurrir al fenĂłmeno psicolĂłgico conocido como el «Efecto Benjamin Franklin», que explica por quĂ© le gustas más a una persona cuando te hace un favor.
El Efecto Benjamin Franklin:
¿Quién fue Benjamin Franklin?
Benjamin Franklin fue uno de los fundadores de la independencia de AmĂ©rica. Aunque se convirtiĂł en Director General de Correos en el Congreso Continental, no era considerado un polĂtico, sino más bien un pensador.
Además fue escritor, diplomático, cientĂfico e inventor. Un año despuĂ©s de su muerte, se publicĂł su autobiografĂa; y es ahĂ donde encontramos el «Efecto Benjamin Franklin».
¿Qué es el efecto Benjamin Franklin?
Se llama asĂ porque el mismo lo llevĂł a cabo cuando se encontrĂł con un duro rival polĂtico. Ya que la admiraciĂłn de su rival le serĂa Ăştil en el futuro, Franklin le escribiĂł pidiĂ©ndole prestado un libro de su biblioteca.
Su rival se vio obligado y, una semana más tarde, le mandó a Franklin el ejemplar con una nota de agradecimiento. Cuando se vieron la siguiente vez, su rival se acercó a él y hablaron en persona por primera vez.
Y desde entonces se hicieron grandes amigos. De todo esto Franklin sacó la lección de que cuando le pides ayuda a alguien y lo «obligas» a ello, están más dispuestos a hacerte favores en el futuro que si eres tú el que le hace el favor.
La prueba del Efecto Benjamin Franklin
Los psicĂłlogos Jon Jecker y David Landy evaluaron el Efecto Benjamin Franklin en 1969. En el estudio los participantes recibĂan dinero a cambio. Un tercio de los voluntarios fueron abordados en secretarĂa y se les dijo que al departamento de psicologĂa que habĂa pagado el estudio se le estaban acabando los fondos, y le pidieron que devolvieran el pago.
Otro tercio fue abordado por el experimentador, que les dijo lo mismo para que le devolvieran el pago. Y el Ăşltimo tercio mantuvo su dinero.
Los resultados mostraron que a los voluntarios les gustaba más el experimentador cuando le habĂan hecho el favor de devolverle el dinero, y menos cuando habĂan conseguido mantenerlo.
Los investigadores sospechan que el efecto de Ben Franklin se debe a la «disonancia cognitiva». Nos resulta más difĂcil conciliar el hecho de que le hemos hecho un favor a alguien y lo odiamos, por lo que suponemos que nos gustan.
Cuando le pedimos un favor a alguien, estamos señalizando que consideramos que tiene algo que nosotros no; ya sea inteligencia, conocimiento, habilidad o cualquier otra cosa. Es una forma de demostrar admiración y respeto.
Esto cambia la opinión del otro sobre nosotros y lo hace más dispuesto a ayudarnos la próxima vez, ya sea por esa admiración o porque realmente hayamos empezado a gustarle.