Si en algo destacan los japoneses sobre las personas del resto del mundo es en la extraña fijación que tienen por el manga y en lo educados y metódicos que son para cualquier actividad cotidiana. Además de ser todo un ejemplo de modales y buen comportamiento, los japoneses también son populares por ser muy inteligentes, no en vano son los líderes mundiales en tecnología avanzada.
Es evidente pensar que su formación escolar tiene mucho que ver en sus formas de ser. ¿Qué es lo que lo hace tan únicos?
Descubre algunas curiosidades sobre el sistema educativo japonés:
1- Primero las formas, luego el conocimiento
En el país nipón se tiene la convicción de que durante la primera etapa de la juventud los conocimientos académicos no son tan importantes como aprender a respetar a las personas y los animales, a ser compasivos y generosos, y a ser honestos con los demás y con uno mismo.
Es por esto que los estudiantes japoneses no tienen exámenes hasta que pasan a cuarto de primaria (cuando cumplen 10 años), hasta ese momento solo tienen algunas evaluaciones de vez en cuando.
2- El curso escolar comienza el 1 de abril
Los japoneses comienzan el curso escolar cuando en el resto del mundo prácticamente está finalizando. El inicio del curso coincide con uno de los eventos más importantes del país: la floración de los cerezos. Un curso escolar normal se dividiría en tres trimestres: del 1 de abril al 20 de julio, del 1 de septiembre al 26 de diciembre, del 7 de enero al 25 de marzo y contaría con 6 semanas de vacaciones en verano y 2 semanas en invierno y primavera.
3- La asistencia escolar es de casi el 100%
Quizás sea en este punto donde se observa una diferencia descomunal con el resto de países, y es que, a pesar de que resulte prácticamente imposible imaginar un lugar en el mundo donde no haya absentismo escolar, ahí está Japón para dejarnos boquiabiertos.
La nación del sol naciente puede presumir de una asistencia escolar del 99’99%, por no hablar de la puntualidad de los alumnos o la atención que ponen en las lecciones.
4- Los profesores particulares son muy comunes
Debido a la extrema importancia del examen de acceso a la universidad en la vida de los japoneses, es muy común que desde pequeños reciban clases de refuerzo que les ayuden durante la escuela secundaria y la preparatoria.
La educación es constante en la vida de los más pequeños, estudian por la mañana en las escuelas, por la tarde en las clases particulares e incluso durante las vacaciones o los domingos no se despegan de sus libros. Lo cierto es que si en algo destacan los japoneses es en la increíble constancia que demuestran.
5- Los alumnos almuerzan en clase con el resto de compañeros
Cuando llega la hora de la comida, todos los alumnos almuerzan en clase sentados en sus respectivas mesas, incluido los profesores. En la mayoría de colegios, el almuerzo lo realiza un servicio de comedor compuesto por cocineros y expertos en nutrición que se aseguran de que el menú sea saludable.
Gracias al ambiente informal que se crea durante la comida se fomenta la comunicación y la relación entre los alumnos.
6- Todos los alumnos deben llevar uniforme
Aunque también lo suelen utilizar desde pequeños, es obligatorio llevar uniforme una vez que los estudiantes ingresan en la escuela secundaria para crear un ambiente serio y evitar problemas derivados de diferencias estéticas.
Cada escuela tiene su propio modelo aunque normalmente se suele optar por un estilo militar para los chicos y blusas y faldas para las chicas.
7- Los estudiantes también aprenden poesía y caligrafía tradicional japonesa
El «shodo» o «camino de la escritura» es un arte tradicional muy valorado en Japón que se basa en la escritura de caracteres japoneses con una brocha de bambú y tinta china sobre papel de arroz.
Por otra parte, el «haiku» es un tipo de poesía japonesa basada en la emoción y el asombro que produce en el poeta la contemplación de la naturaleza. Ambas materias se imparten incluso en las escuelas más modernas con el objetivo de enseñar a las nuevas generaciones a valorar y respetar su cultura y sus tradiciones.
8- Los propios alumnos se encargan de limpiar la escuela
No es de extrañar que los japoneses sean auténticas máquinas de trabajar. Ya desde pequeños los estudiantes se encargan de limpiar las aulas, los pasillos e incluso los baños.
No pienses que tienen esta costumbre para ahorrarse el servicio de limpieza, sino que de esta manera los alumnos aprenden a trabajar en equipo, a respetar el trabajo de los demás y a ser respetuosos con el medio ambiente. Por otra parte, después de todo el esfuerzo que invierten en la limpieza, son más cuidadosos a la hora de ensuciar.
9- Un examen final decide el futuro de los estudiantes
Cuando finalizan la preparatoria, los japoneses realizan un examen final que determinará si logran ingresar en una universidad o no, algo así como la selectividad de España. La gran diferencia radica en que los alumnos solo pueden elegir una universidad, la cual determinará su sueldo y su nivel de vida en un futuro.
La preparación de los jóvenes suele ser excepcional debido a la enorme competencia que origina el hecho de jugártelo todo en un examen y que hasta el 76% de los estudiantes intentan ingresar en una universidad tras superar el instituto.
10- Los años de universidad son los mejores en la vida de un japonés
Es normal, después de tantos años preparándose para conseguir un puesto en la universidad con la que soñaban desde pequeños.
Es necesario tomarse un descanso y disfrutar de los pequeños placeres de la vida. Para los japoneses el mejor periodo de la vida comienza en la universidad, ya que es cuando se sienten liberados de la responsabilidad con la que cargaban hasta entonces.