Seguro que en tu vida hay una persona que siempre intenta competir contigo, quiere hacer todo lo que haces e incluso te copia la ropa, pero no le das largas. Sabes que quizás será peor el remedio que la enfermedad y siempre lo dejas pasar.
Realmente no puedes quitarte a esa persona de encima porque no tienes otra opción que aguantarla. De cada diez amigos de tu lista de contactos hay una persona a la que no aguantas, pero ahí está y no se va.
Lo curioso de la mayoría de estas personas es que siempre aparecen en el momento perfecto: te invitan al cine, a un concierto o su madre te invita a su casa a comer, a lo que tú siempre dices que sí, ¿por qué no?
Pero hay un pequeño porcentaje que siempre va a tratar de hacerte la vida imposible o restarle mérito a lo que haces. Una persona del trabajo o un compañero de la Universidad que te ve como su principal rival y que siempre quiere estar un escalón por encima de ti.
Hay mujeres y hombres difíciles, aunque hay estudios que revelan que las mujeres tienden a serlo más por los roles que asumen en su día a día. Pero ellos tampoco se libran, el típico cuñado que te da la cena de Navidad o ese amigo que vive en una competición constante, también son personas con cierta dificultad.
La buena noticia es que tú puedes elegir si cortar las relaciones con tus amigos de raíz si ves que solo buscan su propio beneficio; la mala es que la familia viene ya de fábrica. Serán personas con las que tengas que aprender a convivir y más te vale ir haciéndote a la idea de que estarán ahí hasta que la muerte os separe.
Ya que tienes la oportunidad, líbrate de esos "amigos" que compiten por todo y que están más pendientes de lo que tú haces que de su propia vida. Eso no son amigos, solo son personas que tratan de verte bien, pero nunca mejor que ellos.
