Aproximadamente el 90% de los seres humanos son diestros. Esta característica es una de las que nos distinguen de otros primates los cuales no muestran ninguna preferencia.
Se cree que el uso de las manos jugó un papel muy importante en la evolución humana, con un estudio sobre cuándo y por qué surgió este rasgo. Curiosamente se encontró que las pistas no están en las manos antiguas, sino en los dientes antiguos.
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Shutterstock, Inc. / Anelina
Sabemos que el cerebro humano está compuesto por dos hemisferios. También es sabido pero menos, que la lateralización del cerebro, o el dominio de algunos procesos cognitivos en un lado del cerebro, es una característica distintiva de los seres humanos, y va asociado con la mejora de la capacidad cognitiva.
Las antiguas herramientas de piedra fabricadas por nuestros antepasados más lejanos revelan algunas pistas.
Sabemos que en los procesos de fabricación de herramientas, el hemisferio izquierdo del cerebro está activo durante el proceso ya que es el responsable de la planificación y ejecución.
Al parecer, en la mayoría de los casos, el uso de las manos y la lateralización del cerebro van junto. Así que, ¿por qué estudiar los dientes? La respuesta radica en la escasez de los huesos de los brazos izquierdo y derecho coincidentes en el registro fósil, en particular los pertenecientes a nuestros antepasados.
Sin igualar la parte izquierda y derecha, es imposible examinar las diferencias en tamaño y forma para determinar qué parte usaban para las tareas manuales.
Los dientes, por el contrario, tienden a conservarse bastante bien en el registro fósil y pueden preservar los rasguños que establecerán la lateralidad.
En un estudio anterior, los investigadores observaron estrías en la parte frontal de los dientes pertenecientes a los neandertales europeos. Se planteó la hipótesis de que estas marcas se hicieron cuando el material se cogía en una mano y se sujetaba entre los dientes delanteros para trabajarlo con una herramienta de piedra.
Estas acciones se repitieron durante los experimentos en los que los participantes usaban protectores bucales. Los resultados indicaron que las estrías inclinadas hacia la derecha se hacen cuando se tira con la mano izquierda y se golpea con la mano derecha. Por lo tanto las estrías oblicuas hacia la derecha son un buen indicador de la lateralidad derecha.
Un antiguo maxilar superior es el objeto del estudio y proporciona la prueba más antigua de alguien diestro.
David Frayer
La mandíbula pertenecía a uno de nuestros primeros antepasados humanos, el Homo habilis ("hombre práctico"), que habitaba Tanzania hace alrededor de 1,8 millones de años. La mandíbula se identificó en la Garganta de Olduvai en el llano de Serengeti, el cual ha dado algunos de los restos arqueológicos más antiguos del mundo.
Naturepassions
Los expertos observaron una serie de estrías en el lado frontal de los dientes. Lo consiguieron utilizando microscopios de alta potencia y cámaras digitales para investigar estas estrías. Curiosamente, casi la mitad de todas las estrías estaban inclinadas hacia la derecha. Estas estrías inclinadas hacia la derecha fueron dominantes en cuatro de los dientes frontales (los incisivos centrales, el segundo incisivo derecho y el canino derecho).
Todo esto, llevó a los expertos a defender que la mayoría de las marcas se hicieron con la mano derecha del individuo. También sugirieron que los cuatro incisivos fueron el foco de la mayoría de las actividades.
La mandíbula del Homo habilis es muy importante ya que, a parte de proporcionar pruebas sobre los diestros, también sugiere un gran nivel de organización del cerebro hace ya 1.8 millones de años.
Este desarrollo del cerebro nos permitió dominar las habilidades tempranas cruciales tales como la fabricación de herramientas de piedra y también allanó el camino para el desarrollo del lenguaje.
