La fecha de caducidad hace referencia al día límite en el que podemos hacer un consumo óptimo de un producto desde el punto de vista sanitario. Es decir, es la fecha a partir de la cual, según el fabricante, el producto ya no es seguro para la salud del consumidor.
Por norma general, solo tenemos en cuenta la fecha de caducidad de los alimentos que consumimos. Sin embargo, hay otros muchos más productos que también tienen fecha de caducidad, aunque prácticamente nunca le prestamos atención. Algunos de ellos son los medicamentos, los productos químicos o los cosméticos. Hay un cierto día a partir del cual no es seguro consumirlos o usarlos.
Otro ejemplo de esto son los tampones. ¿Sabías que tenían fecha de caducidad?
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“Se dice que el tiempo de vida de los tampones es de 5 años, por lo que no deberían de usarse una vez pasado este período de tiempo", asegura Affi Parvizi-Wayne, la fundadora de Freda, una compañía de tampones orgánicos.
De hecho, aunque a simple vista estén como nuevos, probablemente el moho esté oculto dentro del tampón, y el uso de tampones en mal estado puede provocarte irritaciones e infecciones indeseadas.
Por otro lado, también debes tener en cuenta que, aunque el tampón no haya superado los 5 años de vida, si ves que se ha decolorado o que tiene manchas de moho, no debes usarlo bajo ningún concepto. Tira todo el paquete a la basura y deshazte de ellos.
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Por último, cabe destacar que solo puedes asegurarte de que un tampón no ha superado su fecha de caducidad si lo has comprado tú, por lo que te recomendamos no usar tampones de otra persona. Recuerda también comprobar siempre que estén en buen estado fijándote en la fecha de caducidad que aparece en el paquete.
