Durante décadas, los estudios han demostrado lo beneficioso que resulta el omega 3 para nuestra salud. El omega 3, o ácidos grasos omega 3, es una familia de ácidos grasos esenciales denominados así porque no pueden ser sintetizados por el organismo humano. Son necesarios para las funciones vitales y la única forma de obtenerlos es a través de la alimentación.
Los ácidos grasos omega-3 son grasas poliinsaturadas, es decir, compuestas por varios dobles enlaces.
Se clasifican principalmente en 3 ácidos grasos:
Ácido eicosapentaenoico (EPA): Se encuentra mayormente en alimentos de origen animal y puede reducir la inflamación.
Ácido docosahexaenoico (DHA): Se encuentra mayormente en alimentos de origen animal y es fundamental para el desarrollo del cerebro.
Ácido Alfa-Linoléico (ALA): Se encuentra mayormente en alimentos de origen vegetal y necesita ser convertido en EPA o DHA para poder ser utilizado por el organismo.
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Los ácidos grasos omega 3 son saludables por muchos aspectos. Son moléculas estructurales que se encuentran en las membranas celulares, especialmente en el cerebro y su consumo está asociado a una mejor salud neurológica, a la disminución de la depresión y a un menor riesgo de demencia. Asimismo, también juegan un papel esencial en otros procesos celulares como la inflamación, la inmunidad y la coagulación sanguínea.
Estos son algunos de los beneficios del omega 3 en nuestro organismo:
1- Mejora la salud del corazón
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Según un estudio italiano, las personas que superan un ataque cardíaco reducen en gran medida el riesgo de experimentar otro después si consumen regularmente productos ricos en omega 3. Añadir suplementos de este tipo al menos una vez por semana puede reducir en un 50% el riesgo de sufrir un paro cardíaco fatal.
Su gran efectividad en el sistema cardiovascular no es ninguna coincidencia, el omega 3 previene la formación de coágulos de sangre al evitar que las plaquetas se acumulen, reduce los niveles de tensión arterial en personas hipertensas, disminuye la producción de ciertas sustancias que se segregan ante una respuesta inflamatoria y previene la placa que tapona y endurece las arterias.
2- Reduce los dolores debido a inflamaciones
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La inflamación es un mecanismo de protección de nuestro organismo que nos ayuda a combatir invasores extraños y desempeña un papel vital a la hora de reparar daños. Sin embargo, cuando la inflamación aguda se prolonga demasiado puede convertirse en crónica y atacar a los propios tejidos del cuerpo, provocando así diversas enfermedades.
De acuerdo con múltiples estudios, unos niveles elevados de omega 3 pueden disminuir la producción de sustancias y moléculas que causan inflamación. Un estudio realizado por la Universidad de Bristol demostró que los suplementos de aceite de pescado mostró una reducción del 50% del dolor producido por la osteoartritis en cobayas.
3- Combate la enfermedad de hígado graso
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La enfermedad de hígado graso se caracteriza por la acumulación de grasa y triglicéridos en las células del hígado. Se trata de una de las principales causas de enfermedades hepáticas tanto en niños como en adultos y se debe a un trastorno de resistencia a la insulina en el que el hígado produce un exceso de glucosa y triglicéridos.
Existen evidencias científicas de que la suplementación con omega 3 o la ingesta de alimentos ricos en omega 3 disminuyen la acumulación de grasa en el hígado y la inflamación causada por esta dolencia en personas con hígado graso.
4- Mejora la memoria
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Los ácidos grasos omega 3 forman parte de la estructura del cerebro, por lo que su consumo se ha asociado a un menor riesgo de sufrir demencia y enfermedad de Alzheimer.
Un estudio comparó dos grupos de personas: aquellas que tomaron suplementos de omega 3 y aquellas que no lo hicieron. Los investigadores descubrieron que el aceite de pescado puede mejorar la función cognitiva y puede mejorar la estructura del cerebro.
5- Fortalece los huesos y las articulaciones
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La osteoporosis es una enfermedad muy extendida en los países occidentales: se caracteriza por el deterioro del tejido de los huesos y es muy frecuente en mujeres mayores. Afortunadamente puede mejorar a través del consumo de ácidos grasos omega 3, los cuales aumentan los niveles de calcio presentes en los huesos y reducen algunos marcadores de inflamación asociados a la artritis.
En otras palabras, la ingesta de omega 3 puede aumentar la fortaleza de los huesos y las articulaciones evitando así la aparición de osteoporosis y artritis.
6- Previene la ansiedad
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Un estudio publicado por una revista europea de Neurociencia, demostró que el aceite de pescado podía revertir trastornos relacionados con la depresión y la ansiedad en ratas. Esto demuestra que el omega 3 puede ser útil en el desarrollo del cerebro, especialmente durante los periodos más críticos.
Otros beneficios de la suplementación con aceites de pescado ricos en omega 3 son la reducción de los niveles de triglicéridos y la presión arterial, la disminución de los ataques cerebrovasculares y síntomas de la artritis e incluso la reducción de posibilidades de desarrollar cánceres de próstata, mama y colon.
