¿Alguna vez has pasado de un lugar oscuro a uno lleno de luz y no pudiste evitar estornudar incontrolablemente? Un tercio de la población responderá a esta pregunta con un enorme "¡Sí!".
Por extraño que parezca (a las personas que no lo sufren) existe un fenómeno conocido como estornudo fótico que hace referencia al impulso inevitable de estornudar como resultado de estar expuesto a una luz brillante.
Una peculiaridad genética que aún no ha sido explicada por la ciencia a pesar de que ha intrigado a algunas de las mentes más grandes de la historia.
Las investigaciones realizadas al respecto sugieren que la diferencia de tan sólo una molécula específica (adenina, citosina, guanina, timina) en nuestra secuencia de ADN tiene la capacidad de determinar si estornudamos ante la exposición el sol o no; sin embargo, aún no sabemos por qué los humanos han desarrollado esta extraña anomalía.
Veritasium
Esta variación en la secuencia de ADN que afecta a una sola base (adenina (A), timina (T), citosina (C) o guanina (G)) de una secuencia del genoma se conoce como polimorfismo de un sólo nucleótido o SNP. Y su aparición puede desencadenar el estornudo fótico como Derek Muller, propietario del canal de YouTube 'Veritasium' explica en su vídeo:
¿Qué está pasando realmente? Una investigación llevada a cabo en 2010 mostró que tener una molécula de citosina (C) en lugar de una timina (T) en el marcador genético conocido como rs10427255 aumenta las posibilidades de padecer esta condición.
Curiosamente, los científicos también encontraron vínculos entre el estornudo fótico y un gen asociado a las crisis epilépticas inducidas por la luz.
Gracias a estudios previos, también sabemos que la herencia del estornudo fótico es 'autosómica dominante', lo que significa que con sólo heredar el gen anormal de uno de los padres es suficiente para padecer esta condición.
Sin embargo, todavía no está claro por qué algunos de nosotros evolucionamos para estornudar en reacción a la luz.
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La hipótesis principal gira alrededor de una disfunción congénita en las señales nerviosas en el núcleo del nervio trigémino. Los investigadores sugieren que ciertas personas poseen una asociación entre este nervio y el nervio que transmite impulsos visuales al cerebro. De esta manera, la sobreestimulación del nervio óptico estimularía también el nervio trigémino, provocando el estornudo ante una luz brillante.
Los científicos todavía no están muy seguros acerca de cómo se desarrolla este fenómeno, aunque para ser sinceros, estamos ante una pregunta muy difícil de responder, incluso Aristóteles teorizó sobre el estornudo fótico en la antigua Grecia.
Aunque el hecho de estornudar bajo la luz del sol pueda parecer un mal menor, a medida que aprendemos más sobre su causa, también tenemos una mejor imagen de la genética humana en su conjunto. De esta manera podremos contar con más herramientas con las que intentar comprender y tratar otras dolencias asociadas más graves como la epilepsia.
