Los dioses griegos se representaban, en la Antigua Grecia, con un rostro y cuerpo humano y eran la personificación de miedos y deseos de los habitantes de las distintas ciudades. Lo más curioso es que entre ellos tenían un sinfín de hijos y no necesariamente con la misma pareja.
Afrodita, la diosa del amor y la belleza, y Hermes, hijo de Zeus, llegaron a concebir cinco hijos juntos. Ella era la imagen del placer sexual, un afrodisíaco para los hombres, pero él también tuvo otro hijo además de todos estos.
Otros dioses eran partidarios del incesto, como por ejemplo Cronos, titán del tiempo, que tuvo seis hijos con su hermana Rea.
El hijo de Urano estaba destinado a que uno de estos hijos lo asesinara, por eso se los come a todos excepto a Zeus, al que su madre liberó.
Mnemósine, titánide de la memoria, fue la que tuvo nueve musas con Zeus, dios de dioses. La música, la danza o la poesía eran las especialidades de estas nueve hijas fruto del amor entre estos dioses.
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Atlas y Pléyone fue otra de las parejas que concibió a siete hijos. Atlas era un titán al que Zeus condenó a llevar el mundo sobre sus hombros, por este motivo los hijos fruto de esta unión, cuando conocen el destino de su padre, se suicidan.
Urano es un titán fundamental en la historia de la Antigua Grecia, es el cielo personificado. Padre de Crono, este titán tuvo doce hijos, todos engendrados por él y dados a luz por la Madre Tierra, Gea. Aunque el primer hijo de este enlace tenía 50 cabezas y 100 manos, pronto llegaron estos doce titanes y titánides.
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Por otro lado, Océano y Tetis se quedan con el primer puesto, ya que dieron a luz a unos 3.000 hijas, las Oceánidas, que se convirtieron en ríos, lagos y fuentes. Eran hermanos y se reconoce como la única pareja monógama.
Érebo y su hermana Nix tuvieron un total de 14 hijos y aunque no se conoce mucha información sobre ellos, eran los hijos de la personificación de la oscuridad y la diosa primordial de la noche.
Zeus fue el dios más adúltero, tuvo 21 hijos de diferentes diosas y aventuras que tuvo durante su vida. Todos tuvieron una vida plena y muchos hijos, algunos con un futuro prometedor, y otros con un vacío a sus pies.
