Todo el mundo ha oído alguna vez que los niños tienden a ser tercos y que el orden en el que naces influye mucho en la forma en que te desarrollas como persona.
¿Tu hermano mayor es muy mandón? ¿El hermano pequeño es un poco tonto? Todos estos rasgos pueden tener mucho que ver con el orden de nacimiento.
Hay muchas teorías acerca de esto. De hecho, todavía hay mucho debate acerca de cuanto influirá en tu personalidad el orden en el que nazcas.
Aunque no hay evidencias, los investigadores han encontrado varias correlaciones entre el orden y ciertos rasgos de personalidad.
Los hijos únicos son considerados más maduros ya que siempre están rodeados de adultos. Según el experto en comportamiento humano Dr. Gail Gross, los hijos únicos también suelen ser muy independientes. No tienen otros niños en cada con los que jugar por lo que aprenden a ser autosuficientes y con más recursos.
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Por desgracia, este sentido de la independencia puede dificultar la cooperación con otros niños en situaciones sociales.
Los primogénitos tienden a ser conducidos hacia el éxito. Algunos piensan que esto se debe a que pasan más tiempo solos con sus padres hasta que nacen sus hermanos y se convierten en responsables como un adulto. Muchos incluso comienzan a aplicarse más en el colegio para que los padres estén orgullosos de ellos a pesar del nacimiento del hermano y conseguir llamar su atención.
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Tienden a ser muy mandones. Este comportamiento tiene mucha lógica. Antes de que sus hermanos llegasen, hacían las cosas a su manera. Todos sabemos que los padres son más mayores y por lo tanto nos dicen que tenemos que hacer, por lo que en este caso igual. El nuevo hermano es más joven más pequeño y más débil por lo que le dirán lo que hay que hacer ya que debe aprender de ellos.
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Los segundos o en algunos casos los medianos tienden a ser más cooperativos y flexibles. Lleva recibiendo ordenes de su hermano primogénito desde el primer día por lo que ha aprendido a trabajar más duro para conseguir las cosas que quiere. También tienden a querer cumplir las reglas más estrictamente.
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Y por ultimo aparece el "bebé" de la familia. El hermano pequeño tiende a tener menos supervisión porque los padres están acostumbrados a criar niños y no sienten la necesidad de estar constantemente en guardia como estaban con el primogénito.
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Tienden a ser más espíritu libre. Como resultado de todo esto, suelen desarrollar una capacidad de encantar y entretener como una manera de obtener la aprobación de sus padres y hermanos.
Es muy sorprendente que los pequeños sientan la necesidad de complacer a sus hermanos mayores, teniendo en cuenta lo que hacen estos con ellos.
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Todas estas personalidades hacen que tu familia sea lo mejor.
