Existen muchas curiosidades en el mundo que desconocemos, y una de ellas es el por qué nos subimos a los aviones por el lado izquierdo. Estamos acostumbrados a viajar a menudo en avión, pero ¿te lo habías preguntado alguna vez? Lo cierto es que hay varias razones muy sencillas y curiosas por las cuales embarcamos y abandonamos los aviones por su lateral izquierdo.
Todo comenzó con los barcos vikingos.
Los navegantes se subían a ellos por el lado izquierdo porque el timón estaba en el derecho.
Por ello los barcos siempre atracaban por el lateral izquierdo, para evitar que el timón se atascase entre el barco y el muelle.
Del mismo modo, los soldados también montaban a sus caballos por el lado izquierdo.
Las avionetas de la Primera Guerra Mundial también tenían sus estribos en el lado izquierdo.
A los aviones se les echa gasolina por el lado derecho, por ello no se puede subir al avión por ese lado.
Además el puente aéreo está en el lado izquierdo del avión, por lo que no tendría mucho sentido subir por la derecha.
El puente aéreo también está a la izquierda debido a que el piloto se sienta a la izquierda y tienen que ser capaces de calcular cómo de cerca están del puente para que se conecte bien.
Toda la comida que nos dan en el avión se guarda en el lado derecho.
Incluso la bodega de carga está en el lado derecho.
Puedes imaginarte lo sobrecargado que está el avión por el lado derecho. Básicamente por eso, y por tradición, nos montamos en el avión por el lado izquierdo.
¿Conoces a alguien a quien le encante viajar y conocer curiosidades sobre los aviones?