Conoce la tremenda carta que esta mujer le dedicó a su suegra tiempo después de que falleciera.
Si solo tuviésemos un día más para poder compartirlo con los seres queridos que perdimos ¿Que haríamos?, Si el rencor o el miedo no entrase en la ecuación, ¿Que les diríamos a los que aún están con nosotros?
Siempre les diste lo que quisieron. Nunca les negaste nada cuando te pidieron cualquier cosa. Una doble ración de postre, dinero para comprar helado. Cómo luché por que te mostraran respeto y educación mientras tú intentabas llevarlos por el mal camino.
Pensaba que los estabas convirtiendo en unos auténticos egoístas y malcriados dándoles todo lo que querían. Pensé que nunca aprenderían a tener paciencia, a compartir, porque tú les concedías todos sus deseos tan pronto como los pedían. Ayudabas a mis niños a que durmiesen. ¿No te dabas cuenta de que necesitaban aprender a dormirse por si solos? Me sentaba mal que les comprases los regalos más caros por sus cumpleaños.
¿Cómo crees que sienta ver como sus regalos preferidos, los que más disfrutan no provienen de sus padres?
Y cómo amaban pasar las tardes contigo. Les hacías las mejores cenas, tres comidas diferentes para tres niños diferentes. Y siempre tenías una pequeña sorpresa para ellos, un detalle, un dulce, un regalo. Pensaba que te amaban. Intenté decirte esto, pero tú no quisiste escucharme. Continuaste dándoles todo lo que podías. Pasé mucho tiempo preguntándome por qué hacías todas esas cosas y cómo podría superarte. Sé que las abuelas se supone que deben malcriar a sus nietos y luego llevarlos a casa, pero tu estabas… es simplemente ridículo.