Las agresiones sexuales son un problema para la sociedad y que sufren las mujeres alrededor de todo el mundo, pero en Nairobi, la capital de Kenya, 1 de cada 4 mujeres ha sido agredida sexualmente a lo largo de su vida. Las niñas en edad escolar son frecuentemente violadas por sus amigos y novios y la ropa es despojada del cuerpo de las mujeres en espacios públicos.
Kenia elimina las agresiones sexuales con este método
En 2010 el grupo No Means No (No es No), empezó a ofrecer a las escolares de Nairobi clases de defensa personal, enseñándolas a luchar contra la violación. El programa se centra en empoderar a las mujeres y no avergonzarlas por ser violadas.
Durante las sesiones de entrenamiento, las niñas explicaban a sus profesores que el problema era la mentalidad de los niños y del hombre.
El ataque más común se producía por los propios novios
Después de las sesiones de No Means No, los fundadores del programa empezaron a desarrollar un programa separado para los chicos, Your Moment of Truth (Tu momento de la verdad).
Con el nuevo programa descubrieron que los niños justificaban la violación si la chica iba sola por la calle a oscuras, llevando minifalda o si las habían llevado a una cita en la que se habían gastado mucho dinero.
Las violaciones por amigos y novios bajó un 20%
No solo los chicos que habían recibido el entrenamiento habían dejado de tener conductas agresivas con las mujeres y niñas de su alrededor, si no que además eran más propensos a intervenir en una situación de agresión sexual.
Enseñando a los niños en sus edades más tempranas se consigue empoderarles para el futuro. Educar a las jóvenes generaciones es la clave para cambiar nuestra sociedad a largo plazo.
En muchas partes del mundo, la prevención de agresiones sexuales pasa por enseñar a las mujeres a cómo evitar verse involucradas en situaciones de alto riesgo. Investigadores en Kenia utilizaron los dos métodos para reducir las violaciones, el programa No Means No y un programa de consejos de la vida para evitar esas situaciones.
Las chicas que recibieron entrenamiento en defensa personal sufrieron un 40% menos de violaciones, mientras que el otro grupo no disminuyó. La clave no está en culpabilizar a las mujeres sino en enseñarles cómo evitar situaciones peligrosas.
El éxito de Kenia: Empoderar a las mujeres y educar a los hombres
Si hay esperanza de erradicar las violaciones en el mundo tiene que ser a través de la educación y los tópicos de las agresiones sexuales.
