A todos nos ha pasado alguna vez que guardamos un paquete de pan de molde en la despensa y cuando vamos a usarlo está lleno de moho.
Cuando esto ocurre, muchas personas comprueban si hay alguna rebanada libre de moho para separarla de las demás. Después de todo, si tenemos 10 rebanadas y hay 2 que tienen moho, ¿por qué tirar las demás?
Recientemente el Departamento de Agricultura ha compartido la primicia, haciendo hincapié en que retirar las rebanadas con moho no es suficiente cuando se trata de la seguridad alimentaria. Así que la próxima vez, no dudes en tirar el paquete de pan entero a la basura. Estos son los motivos.
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Una vez que vemos el moho, aunque sea sólo en una zona, es bastante probable que esporas microscópicas se hayan propagado por el resto del producto. El pan en bolsa es un excelente caldo de cultivo para el moho, ya que al ser cálido, húmedo y tener tanto levadura como azúcar, las esporas tienen una buena fuente que alimentarse.
Algunos alimentos pueden soportarlo bastante bien, como por ejemplo el queso curado o los embutidos, que al ser grasientos dificultan la inclusión del moho. Del mismo modo, las frutas y verduras duras como las manzanas, las zanahorias, las patatas crudas y similares, generalmente resisten bastante bien al moho.
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Con el pan, estamos tentados a cortar la parte afectada y aprovechar el resto. Nos parece una pérdida de dinero tirarlo entero si aparentemente el resto del alimento está perfecto. Sin embargo, aunque es bueno que seamos recelosos a la hora de tirar alimentos a la basura, en el caso del pan es buena idea.
Un pan con moho, aunque no se vea a simple vista, puede tener consecuencias para nuestra salud.
Algunos mohos producen micotoxinas venenosas. El moho puede causar síntomas alérgicos y respiratorios al ingerirlo, o incluso inhalarlo.
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Si experimentas cualquiera de estos síntomas después de consumir alimentos que hayan sido contaminados con moho, acude al médico:
- Moqueo
- Tos
- Respiración dificultosa
- Mareo y debilidad
- Naúseas y vómitos
