Durante la relación, tu pareja y tú, sois dos personas unidas, que compartís una rutina y que, además de ser pareja, sois amigos. Cuando el amor se acaba, es normal que os tengáis cariño, pero si has madurado, no seréis amigos.
La confianza que habéis experimentado y los sentimientos del uno hacia el otro, os llevarán a querer acabar en amistad vuestra relación, y seguramente eso no será complicado si habéis tenido una ruptura consensuada y madura.
Lo peor viene cuando ser amigo de tu ex supone un reto. Esto puede hacer que no te deje desarrollar tu capacidad emocional y, en el peor de los casos, alargar la relación por no saber cómo acabarla.
Las personas que han madurado durante su estancia en el mundo del amor, saben pasar página. Son capaces de disfrutar de los buenos recuerdos que han vivido con su pareja, pero también de volver a guardarlos en el cajón. Son personas listas para que la vida siga su curso. ¡Show must go on!
Además, son personas que saben que nada sería lo mismo después de haber compartido tantas cosas y que no habrá nada nuevo que pueda sorprenderles. Es una forma de cerrar puertas al pasado.
Por otro lado, no dejan de mirar nunca al futuro, a lo que está por venir. No se resignan en un pasado que las hizo disfrutar pero también sufrir por amor, y eso es un gran paso. La soledad no es un problema para ellas y siguen su rumbo con paso firme.
Saben evitar complicaciones. Las relaciones entre exparejas no siempre son sencillas. Puede que uno de los dos no haya dejado de sentir cosas por el otro. Esta situación recae finalmente en un bucle de emociones del que no podrás salir a menos que te retires.
Es normal que quieras mantener una relación de confianza con tu ex, pero entiende que el tiempo es sabio y que pondrá todo donde debe estar. No fuerces ninguna situación y sigue tu vida, quien quiera estar a tu lado, permanecerá siempre.
