El verano es una época muy emocionante y divertida para los perros y sus dueños porque pueden salir a pasear tranquilamente sin el frío del invierno, correr por el campo y jugar a buscar la pelota. Pero antes de irte de vacaciones con tu mascota tienes que tener en cuenta algunos peligros que las altas temperaturas pueden causarle a los perros.
Probablemente ya habrás tenido que enfrentarte más de una vez a pulgas y garrapatas, pero hay una amenaza en el que es posible no hayas caído. Es una planta llamada cebada silvestre, coloquialmente cola de zorro, y puede ser muy peligrosa para tu mascota si no sabes cómo controlarlo.
Sigue leyendo para conocerlo todo sobre esta hierba, lo que la hace peligrosa y cómo hacer para proteger a tu cachorro.
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La cebada silvestre es aparentemente una planta bonita y suave.
Conocida por su característico tallo de semillas, es una hierba salvaje que crece en abundancia sobre todo en la zona oeste de Mississippi.
Últimamente, se esta extendiendo también por la zona baja de la costa este, creando aún más peligro porque en esta zona la gente no esta familiarizada con ella.
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El peligro de esta planta se sitúa en la parte superior, que está diseñada para ayudar a dispersar las semillas eficientemente.
Por desgracia, esto que es una ventaja para la planta puede ser muy peligroso para los animales.
Estos pinchos que ayudan a que las semillas de la planta penetren en la tierra puede ser letales.
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Al igual que pueden incrustarse en la tierra, estos pinchos pueden penetrar en la piel o el pelaje de los perros, incluso en las almohadillas de las patas.
También, las más pequeñas, pueden ser inhaladas cuando estén olisqueando, o tragárselas.
En estos casos es cuando el daño para los perros puede ser realmente peligroso.
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Estos afilados pinchos pueden originar una infección y ser realmente dolorosos cuando penetran en la piel. Y aún más a medida que se adentran en el cuerpo de los animales, llegando a provocar un gran daño.
Pueden desplazarse a través del hocico hasta llegar al cerebro, o bajar hasta los órganos internos; causando dolor, generando una infección, y en algunos casos, provocando la muerte.
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Parte de ese daño se debe a la forma que tienen las semillas.
Muchas de las semillas de la cebada silvestre son puntiagudas y punzantes, y las púas del tallo evitan que la semilla se muevan hacia atrás.
Esto significa que puede ser particularmente complicado para tu perro deshacerse de ellas por sí solo, y por ejemplo, estornudar, pueden no ser suficiente para expulsarlas.
Los perros con las orejas largas pueden ser especialmente vulnerables ante este tipo de plantas.
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Pero no te agobies, puedes proteger a tu perro de los peligros de la cebada silvestre simplemente teniéndolo bien vigilado. Controla que en la zona por donde lo sacas a pasear no haya este tipo de plantas y cuando llegues a casa cepíllalo y comprueba que no tenga ningún pincho enganchado. Si a pesar de seguir estos consejos, ves que tose o estornuda repetidamente llévalo al veterinario.
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