Llega el verano y con las altas temperaturas todos queremos llevar el calzado más cómodo y más fresco posible. Después de poner el armario patas arriba, decides que lo mejor es coger tus viejas chanclas y salir a la calle, pero estás muy equivocado. Las chanclas son el peor enemigo de tus pies y si las usas frecuentemente, sufrirás las consecuencias.
8 Motivos por los que no usar chanclas:
1- Herida de guerra
A todos, sin excepción, al estrenar un par de chanclas, nos ha salido una rozadura entre el dedo gordo y el anular. Para muchos, esta herida desaparece tras un par de usos, pero si sales a caminar con ellas de forma regular, la herida nunca desaparecerá. El único camino que debes hacer con tus chanclas es de la orilla a la toalla cuando estés en la playa, y viceversa.
2- Causan juanetes
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El juanete no es, ni de lejos, la parte más atractiva de tus pies. Una vez que aparecen, son difíciles de curar y además son muy dolorosos. Las chanclas son el principal motivo de la aparición de los juanetes ya que, a causa de su superficie totalmente plana, obligan a los ligamentos a presionar el hueso y está es la principal causa de la formación de los juanetes.
3- Caídas para todos
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En muchos de los colegios de hoy en día se prohibe el uso de chanclas durante el horario escolar debido a los perjuicios que tienen en los pies y por la facilidad de su portador a tropezarse y caerse.
4- Arco inexistente
Todos los pies tiene un arco en su base para ayudar al apoyo, pero si tu zapato no lo estimula, fuerza a todos los ligamentos a estirarse en direcciones antinaturales con la aparición de dolor, juanetes, espolones y un sinfín más de problemas.
5- Te hacen ir más lento
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Por muy cómodo y rápido que sea ponerte las chanclas, todo el tiempo que ahorras al ponértelas lo pierdes al andar. Te hacen ir más lento que con cualquier otro zapato y si un tigre te persiguiera, las chanclas sería lo último que se comería.
6- Hongos al poder
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La mayoría las usamos en el gimnasio, para evitar la infección por hongos en las duchas comunitarias, pero si tus chanclas no paran de mojarse y además, tienen una base espumosa, son el hogar perfecto para que los hongos crezcan y se reproduzcan y terminen en tus pies.
7- Dolor de talones
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El reconocible sonido que distingue a alguien con chanclas, clap-clap-clap. Ese es el sonido de tus talones siendo golpeados por tus chanclas, y después por el asfalto, ya que estas no ofrecen mucha protección. Tu talón recibe doble ración de golpes, no es de extrañar que después te duelan.g8- Revoltijo de dedos
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Para el pie, la posición que le ofrece la chancla es totalmente antinatural, e incluso los dedos sufren las consecuencias. El sobre esfuerzo para mantener la chancla en su sitio y la separación entre los dos primeros dedos, hacen que el resto se amontonen, pudiendo llegar a aparecer el dedo martillo. Está condición aparece cuando uno de los dedos se ha montado sobre su vecino. No es nada bonito y normalmente requiere cirugía para remediarlo.
