Siempre hemos considerado la leche como un alimento esencial para el crecimiento de los niños. Desde que éramos pequeños nos han inculcado que el calcio es indispensable para el buen desarrollo de los huesos y que debíamos tomar leche en cada desayuno.
Actualmente, podemos encontrar en el mercado numerosas variantes de la leche para las personas a las que no les gusta la leche de vaca natural, incluso leche sin lactosa para las personas que son alérgicos a este azúcar muy abundante en la leche. También se vende leche de cabra, así como bebida hecha a partir de productos vegetales, tales como las almendras, la soja, etc.
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La leche de soja, o más comúnmente conocida como "bebida de soja" se comercializa hoy en día en todos los supermercados. Es muy conocida y es la que toma la mayoría de alérgicos a la lactosa. Sin embargo, los expertos advierten que puede traer graves consecuencias para la salud.
Cuando compramos cualquier tipo de alimento procesado, debemos tener en cuenta de qué está compuesto, fijarnos muy bien en los ingredientes para saber exactamente que estamos ingiriendo.
Según Living Traditionally, la leche de soja contiene los siguientes ingredientes:
- Leche de soja (agua filtrada con granos de soja)
- Carbonato de calcio
- Vitamina A de palmitato
- Vitamina B12
- Vitamina D2
- Azúcar de caña
- Sal marina
- Carragenina
- Riboflavina (B2)
Si de por sí la leche de soja es tan sana como dicen, es un tanto cuestionable que deban añadirle tantos nutrientes y vitaminas. Aquí van una serie de razones por las que deberías dejar de tomar leche de soja.
El 99% de los granos de soja son modificados genéticamente. Tienen índices muy altos de contaminación por plaguicidas.
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La hemaglutinina (HA) es un tipo de sustancia que se encuentra de forma natural en la soja. Esta puede hacer que las células rojas de la sangre se aglutinen y creen un coágulo sanguíneo. Esto aumenta el riesgo de los aneurismas.
La soja contiene estrógenos vegetales, llamados fitoestrógenos. Se ha demostrado que estos interfieren con la función endocrina y pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama o infertilidad.
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Los productos de soja son ricos en aluminio, lo que puede afectar negativamente a los riñones y al sistema nervioso. También puede haber correlaciones entre el consumo de soja y la enfermedad del Alzheimer.
La soja contiene una alta cantidad de toxinas naturales, incluidos los antinutrientes. El consumo de tan sólo dos vasos de leche de soja al día puede afectar significativamente al ciclo menstrual de una mujer.
Las proteínas de soja son frágiles y la exposición a altas temperaturas que se requiere para crear la proteína de soja y la proteína vegetal texturizada, pueden causar que estas proteínas se vuelvan cancerígenas o peligrosa para el consumo.
El consumo regular de soja se ha relacionado con un aumento de las necesidades de vitamina B12 y vitamina D para el cuerpo.
En la soja podemos encontrar isoflavonas tóxicas. Estas pueden potenciar el desarrollo de cáncer de mama en mujeres que ya tienen la enfermedad.
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Además podemos encontrar altos niveles de ácido fítico, que pueden dificultar la absorción de calcio, magnesio, cobre, hierro y zinc en el organismo.
De acuerdo con un estudio financiado por la Asociación Americana de Diabetes, hay una correlación entre la carragenina, la intolerancia a la glucosa y la intolerancia a la insulina. Los sujetos del estudio fueron ratones pero este podría convertirse en un problema para los seres humanos también.
Piénsatelo dos veces a la hora de volver a comprar un cartón de leche de soja. No es oro todo lo que reluce.
