Llegar tarde a los sitios siempre ha sido considerado una falta de respeto hacia la otra persona o grupo de personas. Sin embargo, alrededor del 22% de la población admite llegar tarde al trabajo al menos una vez a la semana y, probablemente, otro porcentaje aún más elevado llega tarde pero no lo reconoce.
Gastamos demasiada energĂa inventando excusas para justificar nuestra tardanza en lugar de pensar en la razĂłn por la que siempre nos retrasamos. En el artĂculo de hoy vamos a ver los distintos tipos de personalidades que existen y te vamos a desvelar cĂłmo conseguir evitar llegar tarde segĂşn el grupo en el que te incluyas.
Los 3 Tipos de procastinadores y cĂłmo arreglar cada uno de ellos
1- El Procrastinador Salvaje
Joseph Ferrari, profesor de psicologĂa en la Universidad de DePaul y autor de Still Procrastinating, señala que, cuando una persona pospone o demora las reuniones constantemente, a menudo está reuniendo más informaciĂłn para lograr mejor su objetivo.
La procrastinaciĂłn implica evitar activamente la toma de cualquier decisiĂłn y dejarlo todo para Ăşltima hora, haciendo que muchas veces se llegue tarde.
Para evitarlo realiza pequeños pasos con el fin de poder avanzar. Los procrastinadores trabajan peor bajo presión que los que no procrastinan. En el caso de la realización de actividades rutinarias como cocinar, limpiar, etc., plantéate objetivos pequeños y a corto plazo. También puedes premiarte cuando realices la tarea a tiempo para mantenerte motivado.
2- El que le tiene fobia al compromiso
Los espĂritus libres que no quieren comprometerse temen tener un horario fijo a diario. Quieren hacer lo que quieran cuando quieran sin verse obligados a hacer algo que nos les apetece.
Si este es tu caso, sé claro y conciso. Comunica tus sentimientos y tus intenciones desde el primer momento. Si tener miedo al compromiso te hace sentir mal a ti, imagina cómo pueden sentirse tus familiares, amigos o parejas.
3- El que subestima el tiempo
Si siempre piensas que tardarás mucho menos en realizar las tareas de lo que finalmente tardas, es porque subestimas el poder del tiempo. El problema principal de este tipo de personas es que tienen buenas intenciones pero viven en una realidad alternativa donde el tiempo no ocupa lugar. Tienen miedo de descubrir que no tienen tiempo para hacer todo lo que se proponen y tardan demasiado en realizar las tareas.
Si quieres solucionarlo, vuelve al mundo real, establece un tiempo prudencial para realizar tus tareas y evita sobrepasar ese horario.