A todos los dueños de perros nos ha pasado alguna vez, ese momento en el que debes irte de casa y sabes que tu perro se va a quedar solo. Te preguntas qué pensará, si te odiará, si hará algún destrozo en la casa... Pero lo cierto es que hay mucho más de lo que pensamos detrás de todo lo que nuestro perro hace cuando no estamos en casa y hoy te lo contamos.
Para ello, se realizó una entrevista con el encargado de comportamiento canino de Battersea Dogs & Cats Home, una organización que se encarga de rescatar a perros y gatos de todo Estados Unidos y buscarles hogar. Te advertimos, después de leer este artículo no querrás volver a dejar a tu perro solo en casa nunca más.
Cuando te vas de casa y dejas a tu perro solo, sus niveles de estrés se elevan. Este incremento de estrés provoca que su pulso se acelere, con la consecuente aceleración de su respiración y el aumento de los niveles de la hormona del estrés como el cortisol.
Los primeros 30 minutos que están solos son los más estresantes para la mayoría de los perros, aunque para algunos en concreto se puede prolongar un poco más. Los signos más reconocibles de sentirse solos son el llanto o destrozar cosas de la casa. En ocasiones pueden orinarse en casa para liberar parte de ese estrés.
Es muy difícil para ellos acostumbrarse a que te marches. Además, conforme pasa el tiempo empiezan a reconocer pistas de que vas a dejarlos solos como el hecho de que cojas las llaves, te pongas los zapatos o el abrigo, lo que significa que su ansiedad empieza incluso antes.
Como le ocurre a los humanos, algunos perros son mejor que otros lidiando con el estrés, por lo que mientras unos los llevan bien otros pueden desarrollar ansiedad por separación si no tienen juguetes o algo que les ayude a sobrellevarlo.
Es difícil saber si la compañía de otro perro puede ayudar ya que aunque puede ser que uno calme al otro también puede ser que el otro desarrolle ansiedad por esta misma razón.
Lo mejor es enseñarles desde pequeños que quedarse solos está bien, lo idea es aprovechar cuando tienen de 3 a 14 semanas de vida para que aprendan a estar solos y que siempre vuelves a casa. Es bueno ir enseñándoselo poco a poco y progresivamente.
También puede tener juguetes que se puedan morder bien, algunas recompensas y un pañal para prevenir todos los posibles destrozos cuando lo dejes solo. Poco a poco verás que todo esto no es necesario cuando tu perro se acostumbre a que vuelves a casa.
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