Sheila Marsh fue una niña muy activa y curiosa que creció con un amor incondicional hacia los animales. Daba igual el tamaño, color o especie, los quería a todos por igual. Sin embargo, su favorito fue siempre un caballo con el que compitió durante más de 25 años y que se llamaba Bronwen.
Por desgracia, con la edad, la salud de Sheila había empeorado recientemente, y los médicos le comunicaron a la familia que no le quedaba mucho tiempo de vida. ¿Qué decidió hacer la abuela de 67 años cuando se entero de la noticia? Ella les comunicó su último deseo, y que no era nada menos que ¡ver a Bronwen por última vez!
La familia de Sheila se puso manos a la obra para complacer el último deseo de esta dulce y amigable anciana, y junto con el equipo de Wigan Royal Infirmary, en Lancashire, Gran Bretaña, se pusieron manos a la obra para llevar a cabo su petición. Después de unas llamadas, organizaron una visita de Bronwen al hospital.
Mientras que el caballo esperaba en el aparcamiento del hospital, bajaron a Sheila en una camilla, acompañada en todo momento por su familia y el personal del hospital.
Cuando se encontraron, la alegría de Sheila por ver a su fiel amigo no se puede describir, y el caballo, también contento por el reencuentro, se inclinó con ternura y le dio un beso en la mejilla a modo de despedida.
Horas más tarde, una enfermera comunicó a la familia la noticia de que había fallecido. La familia estaba muy triste por la pérdida, pero al menos se consuelan al saber que pudieron cumplir su último deseo y saben que Sheila se fue de este mundo feliz después de haber compartido un último y emotivo momento con Bronwen, su querido caballo.
