Las hojas de guayaba son muy beneficiosas ya que proporcionan una amplia gama de beneficios para la salud. Son una gran fuente de vitamina A, vitamina C y potasio. El té hecho a base de hojas de guayaba ayuda a aliviar la bronquitis y la tos, reduce el colesterol LDL (el malo) y no afecta al colesterol HDL (el bueno).
Además, reduce los niveles de azúcar en sangre y es excelente en el tratamiento de la diabetes, ya que no produce la liberación de insulina. Este té tiene fuertes propiedades antimicrobianas, por lo que trata la diarrea y la disentería. Aplicarlo en frío también ayuda a tratar las infecciones del oído externo. Por último, es muy eficaz en el caso de problemas de fertilidad en los hombres y previene el cáncer de próstata.
Este té es muy saciante y evita la conversión de los hidratos de carbono en azúcar, por lo que es ideal si quieres perder peso, además de contribuir al bienestar estomacal.
Estas hojas también tratan el picor causado por alergias. Pon una de ellas sobre la zona afectada y verás el resultado.
Si tu objetivo es evitar la caída del cabello y hacer que crezca más sano, hierve hojas de guayaba en un poco de agua, deja que se enfríe y aplícalas en el cuero cabelludo haciendo pequeños masajes.
Estas hojas también se pueden utilizar como un exfoliante de cara muy eficaz. Moja unas cuantas hojas de guayaba y añádeles un poco de agua. Cuando lo tengas listo, utilízalo como un exfoliante normal, verás como tu acné se reduce en una gran parte. También es ideal para evitar el envejecimiento prematuro.
La aplicación de la guayaba machacada acelera la curación de los cortes, las quemaduras y las raspaduras y previene que se infecten. También alivia el picor de las picaduras de insectos.
Si hierves 9 hojas en 5 tazas de agua hasta que el agua se haya reducido a la mitad y lo aplicas en la zona afectada, ayuda a combatir el dengue.
Para tratar el dolor de muelas y la inflamación de encías, puedes probar a masticarlas directamente. No olvides tampoco consultar a tu dentista y visitarlo con frecuencia.
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