Es ley de vida, conforme vamos envejeciendo, nuestro organismo envejece con nosotros. Todas nuestras funciones se van mermando, vamos perdiendo la memoria, el oído, la vista e incluso nuestro metabolismo se ralentiza. Ante esto no podemos hacer nada, solo tratar de retrasar lo máximo posible la llegada de ese momento.
Lo que muchos no saben es que en el proceso metabólico, el envejecimiento comienza mucho antes de lo esperado. De hecho, según las investigaciones realizadas por la Academia Nacional de Ciencias de Nueva Zelanda, si ya has cumplido los 26, tu metabolismo comenzará a ralentizarse poco a poco.
Por otro lado, Jaime Miquel, catedrático de Fisiología Humana y exdirector del Laboratorio de Envejecimiento de la NASA, asegura que este proceso no comienza hasta los 30 años.
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Si ya has llegado a esa edad, probablemente te hayas dado cuenta de que en estos 10 años tu cuerpo ha dado un gran cambio internamente. Seguramente ya no tengas tantas ganas de salir de fiesta como tenías a los 20 y probablemente las tareas diarias te cuesten más. Por muy duro que parezca, todo ello se debe al proceso de envejecimiento que estás sufriendo.
Algunas señales que también te indicarán que estás envejeciendo son:
- Aumento de peso y dificultad para perderlo
- Alteraciones en el sueño
- Pérdidas de memoria puntuales
- Cambios hormonales
- Dolor en las articulaciones
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Esto se debe a que, conforme pasan los años, nuestro cuerpo deja de generar antioxidantes naturales y, además, la regeneración celular es cada vez menor. Ya no estamos en la etapa de crecimiento, sino en la de declive.
Nuestro sistema está preparado para que vivamos hasta una determinada edad, no más, sin embargo, por suerte hay ciertas formas de retrasar el envejecimiento. Llevar una dieta equilibrada y mantenerte activo físicamente es fundamental para conseguirlo.
Por ello es importante que evites los ultraprocesatos y los azúcares añadidos y te centres en consumir alimentos enteros y grasas saludables. Bebe al menos un litro y medio de agua al día para mantenerte hidratado y realiza al menos 3 horas de ejercicio físico a la semana.
