Cada año aumenta la edad media de las mujeres embarazadas debido al ritmo de vida y a todos los objetivos que queremos alcanzar antes de tener a nuestro primer hijo. De hecho, en la actualidad es muy habitual ser madre a los 40 años.
Esto se consigue en parte gracias a las maravillosas técnicas de reproducción asistida que tenemos.
Sin embargo, si nos paramos a analizar un embarazo de forma biológica, la etapa más fértil de nuestro organismo se encuentra entre los 20 y 30 años.
Conforme pasamos esa edad, nuestra fertilidad disminuye, y al pasar los 35 años disminuye aún más nuestra capacidad reproductiva.
La disminución continúa en los siguientes 10 años haciendo prácticamente imposible quedarse embarazada después de los 45 años.
Esto explica que la edad perfecta para ser madre se encuentre entre los 20 y 30 años, etapa en la que el cuerpo se encuentra más preparado para ello.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud destaca que la edad más segura está entre los 20 y 24 años. También confirma que quedarse embarazada con 35 años o más se considera un factor de riesgo medio.
Riesgos de ser madre a los 40 años
Un embarazo a partir de los 40 años aumenta la tasa de abortos, prematuridad, diabetes gestacional, náuseas y vómitos, preeclampsia, desprendimiento de placenta o restricción de crecimiento uterino.
Además, conlleva un mayor número de alteraciones cromosómicas como Síndrome de Down. También se puede complicar la cosa para la madre, que puede sufrir hipertensión arterial, desarrollar diabetes gestacional, tener un parto por cesárea o un parto prematuro.
Es cierto que con 40 años existe más riesgo, pero casi todas estas complicaciones se pueden tratar durante el embarazo para minimizar las consecuencias.
Ser madre a los 40 puede ser maravilloso, solo tienes que tener en cuenta estos riesgos y llevarlos de la mejor forma posible.