En muchos lugares del mundo, ciertas culturas instan y aconsejan que todas las personas, especialmente los niños, duerman una pequeña siesta para descansar la mente y desconectar un poco del estrés y las presiones propias del mundo en que vivimos.
Lo cierto es que, a pesar de la connotación negativa con la que suele ser asociada, la siesta es un hábito realmente beneficioso para nuestro cuerpo, por lo que no debemos perder la ocasión para echar un sueñecito si tenemos la oportunidad. Nuestros niveles de percepción, concentración y energía van disminuyendo durante todo el día, independientemente de la cantidad de horas que durmamos durante la noche. Es por eso que una pequeña siesta que te ayude a recargar las pilas no hace mal a nadie.
De hecho, muchas empresas entre las que podemos encontrar a Apple y Google, permiten a sus trabajadores tomar una siesta antes de continuar su trabajo para mejorar su productividad. Por otro lado, muchos estudios médicos se ponen de parte de la siesta afirmando que mejora y prolonga la concentración, la productividad y el rendimiento en las personas.
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Un estudio, realizado por la Universidad de Boulder, Colorado, encontró que aquellos niños que se saltan la hora de la siesta se muestran menos alegres, muestran menos interés por el entorno que les rodea y experimentan más problemas relacionados con la ansiedad.
Los adultos no se salvan, unos investigadores descubrieron que las personas que se toman una siesta con regularidad mejoran la memoria y las habilidades de aprendizaje. Además de conseguir que nos sintamos menos cansados, la siesta afecta positivamente al cerebro, permitiéndole que se reinicie y se refresque.
¿Cuánto tiempo debe durar una buena siesta?
Siesta de 10-20 minutos
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Este tipo de siesta es ideal para un conseguir un empujón en nuestro sistema de alerta y nuestros niveles de energía. Esta duración generalmente nos limita a etapas de sueño poco profundo que nos facilita poder levantarnos de la cama rápidamente y volver al trabajo.
Siesta de 30 Minutos
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Algunos estudios afirman que dormir tanto tiempo puede causarnos cierta somnolencia cuando nos levantamos, algo así como una especie de resaca que dura unos 30 minutos antes de que los beneficios restauradores de la siesta puedan ser significativos.
Siesta de 60 minutos
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Esta siesta es la más adecuada para mejorar el recuerdo de hechos, rostros y nombres. Dormir toda una hora hace que entremos en un sueño muy profundo capaz de mejorar nuestra memoria pero hacer que nos levantemos con mucha somnolencia.
Siesta de 90 minutos
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Este tipo de siesta hace que podamos completar todo un ciclo de sueño completo, lo que significa que podemos disfrutar de las etapas más ligeras y profundas del sueño. Dormir 90 minutos hará que mejoremos nuestra memoria emocional y la creatividad. Una siesta de esta duración evitará que nos levantemos con somnolencia y tardemos algún tiempo en estar completamente activos.
Los expertos coinciden en que una siesta adecuada debe durar de 10 a 20 minutos, tiempo suficiente para que el cerebro se regenere y mejore su funcionamiento significativamente. Dormir más allá de 20 minutos hará que nos despertemos aletargados y necesitemos cierto tiempo para rendir por completo.
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Mientras más durmamos, mayor será la sensación de cansancio, es por eso que, con una siesta de una hora puede que nos levantemos aún más cansados de cómo nos acostamos. Sin embargo, dormir 90 minutos si que es recomendable para aquellas personas que no son capaces de dormir lo suficiente durante la noche.
