Ir de compras es una de las actividades más terapéuticas que se pueden realizar, tanto si estás deprimido o has tenido un duro día de trabajo, no hay nada más relajante y gratificante que comprar un par de cosas en el centro comercial o a través de internet, pero cuando las compras toman el control y te cuesta llegar a fin de mes, es hora de poner un poco de control y evitar que tu carrito de la compra te controle a ti.
¿Serías capaz de vivir un año sin ir de compras?
Cait Flanders era una mujer de 29 años que paso de vivir mes a mes, ahorrando poco más de un 5% de su suelo, a conseguir ahorras más de 13.000€ en tan solo un año, ¿el secreto?, renunciar a las compras al completo.
Después de terminar de pagar el crédito de estudios, la liberación de la carga le hizo perder la cabeza y se sorprendió a sí misma con más problemas para llegar a fin de mes que los que tenía cuando pagaba su préstamo.
Flanders decidió tomar una decisión radical tras cumplir los 29 años, renunciaría a las compras por completo. «A menos que estuviera en algún tipo de situación en la que absolutamente lo necesitara o tuviera que reemplazar algo, no podía comprarlo».
La premisa parece lógica, pero si todos los hiciéramos descubriríamos la cantidad de cosas que compramos sin necesitarlas. Flanders hizo una lista de aquello que sabía que tendría que comprar inevitablemente, como un vestido de fiesta y unos tacones, ya que no tenía y ese año había sido invitada a 5 bodas.
Lo que decidió la joven fue llevar el mismo look a las 5 bodas, ahorrando mucho dinero, pero eso no fue lo que más le costó. Lo que más le costó a Flanders fue renunciar a su café para llevar y a la compra de libros.
«En el momento que un libro me sonaba interesante, mi costumbre era ir a buscarlo al portal online que más barato lo vendiera, añadirlo al carro y añadir algo más para llegar a los gastos de envío gratuitos porque de alguna manera piensas que estás ahorrando dinero aunque estás gastando más».
Durante su etapa comprando libros, había conseguido más de 50 libros que aún no había leído. Entre eso y la biblioteca, no se quedó sin lectura.
Ahora ha pasado un año y después de ahorrar más de 13.000€, renunciar a su trabajo, dedicarse a tiempo completo al freelance y escribir su primer libro sobre cómo ahorrar, Flanders no puede volver a lo anterior y este año, además de renunciar a las compras, planea monitorizar cuánto gasta en el resto de cosas de su hogar.