No eres consciente de lo usada que está tu almohada hasta que llega la hora de cambiarla y descubres, tras quitar la funda, que el blanco original ha dejado paso a un amarillento de lo menos apetecible.
Esto se debe al sudor que nuestro cuerpo sigue produciendo durante el sueño para equilibrar la temperatura corporal, y por muy desagradable que parezca, no afecta a la eficacia de la almohada.
Algo más preocupante es, según Dow, que 1/3 del peso de nuestra almohada está compuesto por células muertas, ácaros de polvo y excrementos de los propios ácaros. Tranquilos, no es necesario que las tires todas, hoy te vamos a enseñar como limpiarlas y dejarlas como nuevas.
Cómo dejar tus almohadas limpias y blancas de nuevo.
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Lo primero que debes identificar es el material de tu almohada. Todas siguen el mismo procedimiento pero si tienes una almohada de espuma tendrás que tener especial cuidado.
1- Comprueba la etiqueta
Además de corroborar el material de la almohada, debes saber si ésta se puede meter en la lavadora, ya que es indispensable para conseguir una limpieza completa.
2- Prepara la mezcla
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Incorpora esta mezcla a tu lavadora, solo sirve para almohadas blancas. Debes mezclar, antes de incorporar a tu lavadora, todos los ingredientes con agua caliente para asegurar su homogeneidad.
- 1 taza de blanqueador de cloro.
- 1 taza de detergente para platos.
- 1 taza de detergente para ropa.
- 1/2 taza de sal de boro.
3- A la lavadora
Elige un programa de agua caliente y puedes limpiar tus almohadas por parejas, según la capacidad de tu lavadora. Debes usar un programa suave para no dañarlas. En el caso de tener una almohada de espuma, el programa deberá ser para prendas delicadas.
4- Es hora de secar
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La secadora juega un papel importante en este proceso, ya que conseguirá eliminar cualquier rastro de humedad de tu almohada. Con un programa de bajo calor (el más bajo posible para almohadas de espuma) y un par de pelotas de tenis, conseguirás que tus almohadas queden secas y esponjosas.
5- Comprueba
Comprueba tus almohadas de vez en cuando ya que el tiempo de secado variará, y no es recomendable que sigan en la secadora una vez estén totalmente secas.
Ya tienes tus almohadas como nuevas y totalmente blancas, listas para soportar tus noches de sueño placentero.
