Los perros son animales muy fieles y muchas veces son capaces de salvarnos la vida sin que nosotros nos demos cuenta. La historia que te traemos hoy prueba que la intuición de los perros es algo que nunca podremos comprender.
Después de que su relación se rompiera, Byron quedó completamente destrozado y cayó en una depresión, empezó a beber y hasta se plantó suicidarse para acabar con todo el sufrimiento.
Byron se pasó todo el día bebiendo, lo que le llevó a tomar definitivamente la decisión de suicidarse. Byron cogió una cuerda con la que hizo un nudo para hacer una soga y la dejó sobre la mesa para ir a la planta baja de la casa donde quería escribir una nota de despedida para su familia.
Cuando volvió al cuarto un rato después, su perro Geo, de seis años de edad tenía la soga en la boca y no la soltaba. Byron intentó quitarle la cuerda pero cuanto más lo intentaba más apretaba y gruñía el perro.
Tras seis años en la familia, Byron nunca había escuchado a Geo ladrar ni gruñir tan fuerte como en ese momento.
Byron pensaba que Geo lo hacía para jugar, pero antes de que se diera cuenta el perro había destrozado la cuerda y el nudo. Byron asegura que su perro intuyó lo que estaba a punto de hacer y por ello no soltaba la cuerda.
Si no fuera por Geo, Byron no estaría vivo hoy. A partir de ese momento, Byron decidió que iba a luchar por su vida, si Geo lo quería con vida, él lucharía por eso. El chico se encuentra en mucho mejor estado, sin embargo, Geo no está teniendo tanta suerte.
Los veterinarios han detectado que tiene un cáncer en la cabeza y se está extendiendo a los músculos y huesos. Por eso Byron, para devolver lo que un día Geo hizo por él, ha empezado una campaña para recaudar fondos para ayudarle como sea.
