Después de un duro día de trabajo lo único que te apetece es encender tu SmartTV y ponerte Netflix, da igual la serie, solo necesitas descansar y desconectar con una copa de vino en la mano, pero, ¿es bueno coger por costumbre tomarse una copa de vino al día? ¿Me estoy volviendo adicto? ¿Estará mi cuerpo resentido de tanto alcohol? No te preocupes, no es malo, todo lo contrario.
Los beneficios de tomarte una copa de vino al día.
Un estudio de la universidad de Negev, demostró en 2015, que una copa de vino al día con la comida era beneficioso para la salud, algo que llevan diciendo nuestras madres desde tiempos inmemorables.
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Muchos son los que brindan por esta noticia, pero, ¿qué hay de cierto en esta afirmación? El estudio evaluó a 224 personas con diabetes tipo 2, y se centraron en los beneficios que el consumo de alcohol moderado podía tener sobre ellos.
Se escogió a esta población ya que los diabéticos son más propensos a desarrollar problemas cardiovasculares y de colesterol, y el alcohol, en su justa medida, ayuda contra este tipo de enfermedades.
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Durante el estudio, los participantes siguieron una dieta mediterránea y bebían abundante agua durante el día y una copa de vino tinto o blanco en la cena.
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Los resultados mostraron cómo los pacientes que bebían vino, en lugar de agua o refresco, durante la cena, aumentaron sus niveles de colesterol HDL (colesterol bueno) además de mejorar su sueño.
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Seas o no enfermo de diabetes, te vendrá bien tomar una copa de vino al día. Según Julia Zumpano, una copa de vino tiene menos calorías que un vaso de cerveza, además de contar con muchos más antioxidantes.
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Lo mejor es beber, con moderación, pero beber. Una copa de vino al día, te da alegría.
