Un joven cantante australiano ha conseguido un logro aún no visto en el programa de La Voz al hacer girar las 4 sillas de los jueces antes de que incluso empezase a cantar.
Está claro que al programa acuden todo tipo de concursantes a mostrar lo que son capaces de hacer con sus cuerdas vocales, pero Sam Perry, nuestro joven protagonista, se hizo su propio hueco a su forma.
El cantante y DJ subió al escenario con una enorme caja con la que ya se intuía lo que estaba a punto de hacer. Una caja de resonancia y de mezclas de sonidos con la que podía dar todo el espectáculo que el programa estaba deseando ver.
Unos segundos más tarde, el cantante empezó a realizar una colección de sonidos entrecortados en la gran caja de resonancia que había frente a él.
Luego empezó a hacer beatboxing y a cantar melodías de fondo con el micrófono, lo que provocó que los jueces Kelly Rowland y Boy George girasen sus sillas incluso antes de que él empezara a cantar.
Delta Goodrem no pudo resistirse y giró su silla inmediatamente después. Viendo lo alucinado que estaba todo el mundo, Joe Jonas se unió para concederle el codiciado giro de cuatro sillas.
Es en este punto cuando Sam comenzó a cantar "When Doves Cry" de Prince y, la multitud se volvió completamente loca. Los jueces no se podían creer lo que estaban viendo delante de sus ojos.
Cuando terminó, los cuatro jueces se pusieron de pie y empezaron a rogarle que se uniera a sus respectivos equipos.
"Acabas de cambiar el juego", dijo Rowland, totalmente sin aliento. El cantante, claramente muy conmocionado y humilde por su respuesta a su gran actuación, ¡se ruborizó por toda la atención que estaba recibiendo
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