Todo el mundo conoce que existen ciertas actividades que disminuyen nuestras habilidades cognitivas. Nadie consigue la puntuación más alta en un examen tras tomarse un par de chupitos de tequila o no haber descansado lo suficiente.
Sin embargo, existen ciertos factores muy poco conocidos que también disminuyen nuestra capacidad intelectual.
Algunas de estas actividades solo afectan a nuestra inteligencia de forma temporal, mientras que otras han demostrado tener efectos a largo plazo. ¿Quieres saber de lo que estamos hablando?
A continuación te mostramos 8 factores que afectan negativamente a tu nivel cognitivo: 1- Smartphones
Un grupo de investigadores de la Universidad de Texas pidió a unos 800 usuarios de smartphones que realizaran una serie de pruebas que requerían toda su atención mediante el uso de un ordenador.
A algunos se les pidió que dejaran sus teléfonos en otra habitación, mientras que a otros simplemente se les pidió que silenciaran sus dispositivos y los colocasen boca abajo junto al teclado. Curiosamente, aquellos que dejaron sus teléfonos en otra sala tuvieron un rendimiento significativamente mayor en las pruebas que aquellos que tuvieron sus teléfonos junto a ellos.
Los investigadores concluyeron que tener un teléfono a la vista reduce la capacidad de una persona para concentrarse y realizar tareas precisas. La gente está tan acostumbrada a revisar sus teléfonos que su subconsciente tiene que luchar contra ese hábito cuando tratan de enfocarse en otra cosa.
Este esfuerzo por evitar centrarse en el teléfono agota la energía y la atención que debería utilizarse para realizar la tarea en cuestión. Solo la eliminación completa del teléfono proporciona al subconsciente el descanso necesario para evitar el impulso de tomar el móvil y revisar las nuevas notificaciones.
2- Multitarea
Diversos estudios han demostrado que la multitarea es una actividad contra intuitiva. El cerebro es incapaz de enfocarse en más de una cosa a la vez. Como resultado, las personas tienen menos éxito al completar las tareas realizadas simultáneamente en comparación a si las hubieran hecho de una en una.
Curiosamente, muchas personas afirman ser buenas haciendo varias tareas a la vez, por lo que los investigadores se preguntaron si podría ser una habilidad especial solo al alcance de unas pocas personas.
Por ello, un equipo de la Universidad de Stanford entrevistó a unos voluntarios sobre su percepción de lo bien que podían desenvolverse realizando varias tareas a la vez y luego evaluaron su capacidad para hacerlo.
Los resultados mostraron que la realidad era totalmente diferente. Las personas que se enorgullecían de ser unas expertas en eso de la multitarea, en realidad obtuvieron peores resultados que aquellos que dijeron que preferían enfocarse en solo una actividad antes de pasar a la otra.
La multitarea no solo da como resultado un peor rendimiento, sino que también hace que nuestro CI disminuya al intentar concentrarnos en demasiadas cosas a la vez.
Un estudio realizado por el Instituto de Psiquiatría de Londres encontró que la multitarea causó una disminución temporal de 10 puntos en el coeficiente de inteligencia, una disminución más grande que la que se experimenta después de fumar marihuana o pasar una noche sin dormir.
3- Azúcar
Una dieta alta en fructosa produce una disminución de la inteligencia en solo 6 semanas.
Investigadores de la Universidad de California estudiaron cómo afectaba seguir una dieta alta en fructosa a nivel cognitivo utilizando unas ratas.
Para ellos, los científicos enseñaron a los roedores a encontrar la salida a través de un laberinto antes de dividirlos en dos grupos. Ambos grupos recibieron agua con fructosa. Pero un grupo también fue alimentado con ácidos grasos omega-3, los cuales parecen proteger las células cerebrales.
Después solo 6 semanas, las ratas que habían recibido ácidos grasos omega-3 tuvieron un rendimiento significativamente mejor en el laberinto que las que no. Los roedores que no habían recibido ácidos grasos omega-3 mostraron una actividad sináptica disminuida y la incapacidad de recordar la ruta que habían aprendido previamente.
La ingestión de altos niveles de fructosa también afectó a los niveles de insulina de las ratas. Las células cerebrales usan el azúcar como combustible. Un influjo constante de fructosa afecta en cómo las células del cerebro almacenan y usan dicha sustancia, lo que afecta el funcionamiento de las células al procesar los pensamientos y las emociones.
4- Shows de televisión estúpidos
Los investigadores han descubierto que cuando se trata de inteligencia, eres lo que ves.
Que muchos programas de televisión son de muy mala calidad y no ofrecen ningún valor educativo no es nada nuevo, sin embargo, se ha demostrado que además de carecer de sustancia, los programas de televisión insulsos también hacen más tontas a las personas.
Markus Appel, un psicólogo y profesor austríaco, evaluó a un grupo de estudiantes universitarios respecto a varios temas. Antes de las pruebas, a la mitad de los participantes se les proporcionó una historia absurda sobre un bobo que no paraba de tomar malas decisiones. Después de leer el texto, los estudiantes que realizaron la evaluación obtuvieron peores resultados en las pruebas que los estudiantes que no habían leído la historia.
Appel explica que la bajada en la puntuación de la evaluación se debe a los efectos residuales, a menudo involuntarios, resultantes de estar expuesto a los medios. Esto puede provocar cambios en el comportamiento, las opiniones o la inteligencia.
Esto significa que mirar un reality show sobre una persona tonta puede ser gracioso, pero su estupidez es contagiosa.
5- Jet Lag
El jet lag puede hacer que te sientas mal durante unos días, pero cuando se trata de la memoria y el aprendizaje, los efectos negativos duran mucho más de lo que podrías esperar.
Unos investigadores de la Universidad de California, Berkeley, estudiaron el jet lag crónico en hamsters ya que estos animales son un modelo casi perfecto de nuestros ritmos circadianos. Dos veces por semana durante un mes, los investigadores modificaron el cronograma de los hámsteres en seis horas para simular un vuelo internacional y su correspondiente cambio horario.
Los hamsters fueron evaluado en tareas de memoria y aprendizaje durante la simulación de jet lag y un mes después de que volviesen a disfrutar de un horario de sueño ininterrumpido. Las pruebas realizadas mientras los hamsters estaban bajo los efectos del jet lag dieron resultados pésimos, como se esperaba. Los hamsters con jet lag tenían dificultades para aprender tareas simples que los hamsters que disfrutaban de un sueño ininterrumpido habían logrado con facilidad.
Sorprendentemente, un mes después de que los hamsters volviesen a su horario normal, continuaron mostrando un rendimiento muy bajo en pruebas de memoria y aprendizaje. Un examen más detallado reveló que los hámsters a los que se les había modificado el horario de sueño tenían solo la mitad de las neuronas en su hipocampo que sus iguales del grupo de control. Esta deficiencia en el hipocampo era evidente incluso semanas después de que los hamsters recuperasen su rutina habitual.
6- Mala iluminación
Investigadores de la Universidad Estatal de Michigan han descubierto un vínculo entre una iluminación tenue y la disminución en la capacidad para recordar y aprender.
Los científicos estudiaron los cerebros de un grupo de ratas de hierba del Nilo. Al igual que los humanos, las ratas de hierba del Nilo están activas durante el día y duermen por la noche. Al comienzo del estudio, las ratas fueron entrenadas para encontrar la salida de un laberinto. Luego fueron divididas en dos grupos, la mitad de las ratas fueron expuestas a una luz brillante durante el día y a la otra mitad se les puso una luz tenue.
Después de 4 semanas, las ratas expuestas a la iluminación tenue perdieron el 30% de la capacidad del hipocampo, lo cual es crucial para el aprendizaje y la memoria. Es por esto que, después de introducir a todas las ratas en el laberinto en el que fueron entrenadas previamente, solo los individuos que habían sido expuestos a luz tenue obtuvieron peores resultados.
La iluminación tenue utilizada en el estudio es similar a la iluminación interior típica que se encuentra en la mayoría de las configuraciones de hogar y oficina.
7- Obesidad
El exceso de grasa corporal afecta la forma en que funcionan todos nuestros órganos, incluido el cerebro.
Los investigadores examinaron los cerebros de 17 mujeres obesas y observaron que sus cerebros eran capaces de metabolizar los azúcares más rápidamente que las mujeres que tenían un peso promedio y formaban el grupo de control. Además, la función cognitiva de las mujeres obesas fue evaluada antes y después de someterse a una cirugía bariátrica.
Los resultados de las pruebas realizadas después de la cirugía para perder peso fueron significativamente mejores que las realizadas antes de pasar por quirófano. Las mujeres que antes eran obesas mostraron mejoras cognitivas particulares en las funciones ejecutivas, las cuales se ocupan de la planificación y la organización.
Los cerebros de las personas obesas procesan los azúcares de manera diferente respecto a aquellas que tienen un peso saludable. Se cree que esta diferencia en el procesamiento causa daño estructural en el cerebro, lo que a su vez afecta al rendimiento cognitivo.
8- Ser azotado durante la infancia
Un estudio realizado en niños en los EE.UU. encontró que los niños que habían sido azotados tenían coeficientes de inteligencia más bajos.
Los investigadores probaron las capacidades cognitivas de dos grupos de niños de 2 a 4 años y de 5 a 9. Cuatro años más tarde, volvieron a examinar a los niños de cada grupo de edad.
En el grupo de mayor edad, los niños que habían sido azotados tenían un coeficiente de inteligencia promedio de casi 3 puntos más bajo que los niños que no habían sido azotados. En el grupo de menor edad, el coeficiente de inteligencia promedio de los niños que recibieron una palmada fue 5 puntos inferior al de los que no.
Datos más generales también mostraron que los países donde las nalgadas eran más frecuentes también tenían un cociente intelectual medio más bajo.
Una explicación ofrecida para la correlación entre nalgadas y la bajada del CI fue el estrés que sufre el pequeño. Los investigadores dicen que ser abofeteado cuando eres un niño puede producir estrés crónico, haciendo que se sobresalten fácilmente y a menudo sean temeroso. Estos factores están asociados con un CI más bajo.
Las tasas de castigo corporal han disminuido a nivel mundial. Los científicos creen que esto llevará a un aumento mundial del CI promedio.
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