Ver como algunos de los alimentos de la cocina se pudren poco a poco antes de que seamos capaces de comerlos puede ser bastante frustrante, especialmente si eres de esos a los que les da pena cada vez que tienes que tirar algo de comida.
A continuación te mostraremos algunos consejos muy prácticos para alargar la vida de los alimentos de nuestra cocina. Mantén fresca la ensalada
Para guardar la ensalada y ayudar a que dure algunos días más en buen estado, lava las hojas y elimina todo el exceso de agua. Coloca unas cuantas hojas de papel de cocina en la parte superior para absorber cualquier resto de humedad y cierra herméticamente el recipiente con papel transparente. Podrás encontrar más información sobre este pequeño truco en la web Lifehacker.
Las cebollas y los ajos necesitan respirar
Conseguir que las cebollas y los ajos luzcan como recién comprados puede ser todo un desafío sobre todo si se deja guardado en bolsas de plástico. Estos productos necesitan respirar, ya que la circulación constante de aire retrasa el crecimiento de moho. Dejarlos al aire libre o en recipientes abiertos será la mejor opción si queremos que nos duren en buen estado.
Galletas recién hechas
En The Seaside Baker podemos encontrar un gran consejo para mantener las magdalenas y las galletas en perfecto estado hasta que las consumamos. Es tan simple como usar una bolsa de plástico hermética y añadir una rebanada de pan. La humedad que contiene el pan de molde es la necesaria para hacer que el resto de dulces que guardemos no se resequen.
Uvas recién cogidas
A este producto le gusta las temperaturas bajas, por lo que cuando las compramos en la tienda, debemos colocarlas (sin lavar) en un recipiente hermético y guardarlas en la nevera. No las lavaremos hasta que vayamos a comerlas, de lo contrario aceleraremos el proceso de deterioro. Aunque si lo prefieres, si que puedes lavar las uvas si las colocas inmediatamente en el congelador después de secarlas. La uvas no cambiarán su sabor o textura si son congeladas.
Lechuga al agua
En vez de meter la lechuga en el fondo del refrigerador cuando llegas a casa después de hacer la compra, introduce el tronco en un recipiente con agua. Tal y como nos muestra Vegan Minimalist Mark en su vídeo, con la lechuga ocurre lo mismo que con las flores, si las dejamos en agua conseguiremos que la lechuga se mantenga hidratada y dure fresca y verde mucho más tiempo.
Productos congelados
Para evitar que tus alimentos congelados se cristalicen, asegúrate de que las bolsas se cierran herméticamente después de que los utilices. En la web Brit and Co nos muestran un ingenioso truco para realizar un nudo con la propia bolsa y así sellar por completo nuestra preciada comida.
Sella correctamente las bolsas de tus alimentos
Aquí te dejamos una estupenda idea traída de la web An Oregon Cottage, donde nos muestran cómo extraer la mayor cantidad de aire posible de las bolsas para ralentizar el proceso de deterioro de los alimentos. El proceso es muy sencillo, con una pajita aspira el aire del interior de la bolsa y séllala rápidamente una vez que retires la pajita.
Patatas con manzanas
Puede parecer normal guardar las patatas con las cebollas, sin embargo, tal y como vemos en la web Brit and Co, hacerlo de esta manera solo aceleraré el proceso de descomposición de estos alimentos. En cambio, el gas etileno que emiten las manzanas ayudan a que las patatas duren más tiempo en buen estado. De la misma manera, el gas que producen las manzanas aceleran la descomposición de otros muchos productos, así que si las guardas en la nevera hazlo en un compartimento separado.
Plátanos frescos por más tiempo
Los plátanos parecen ser una de las frutas más difíciles de mantener frescas. Un buen truco para retrasar el proceso de maduración de estas estupendas frutas es separar los plátanos y envolver el tallo de cada uno con plástico transparente. Según la web Lifehacker, si ajustamos con fuerza el plástico al plátano alargaremos su vida de 3 a 5 días más de lo normal.
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