Han descubierto que una bebé de la India, cuyo estómago había crecido tanto que no podía comer ni beber tenía un gemelo parásito creciendo dentro de ella, viviendo de su suministro de sangre.
A la pequeña de tan sólo 15 meses, Nisha, le fue diagnosticado un extraño estado llamado "fetus-in-fetu", en el que una feto ha estado creciendo dentro de la barriga de la niña.
Inicialmente, Raju y Sumathi, los padres de Nisha, pensaban que la niña simplemente tenía barriga, y lo ignoraron hasta que empezó a llorar y tener problemas para comer y respirar.
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Los médicos también pensaron al principio que se podía tratar de un quiste o un tumor, hasta que se dieron cuenta del extraño estado de la pequeña.
"También creí que se trataba de un quiste o de un tumor cuando la ecografía y el scanner mostraron zonas óseas, regiones calcificadas y un teratoma, como una estructura ósea (un tumor contiene tejidos y órganos).
Entonces fue cuando sospeché que podía tratarse de un fetus-in-fetu y rápidamente busqué documentación," dijo el Dr.D.Vijayagiri, quién le realizó una intervención a la niña para eliminarle la carne, los huesos, y el pelo del estómago de Nisha, según Times of India.
"De todas formas, fue cuando saqué la estructura ósea, cuando pude confirmar que se trataba de un feto. Aunque había algunos huesos, el estudio de la patología pudo revelar que los órganos estaban formados hasta el momento," dijo Vijayagiri.
La cirugía se hizo más complicada por el hecho de que el riñón izquierdo de Nisha se había unido al crecimiento. Otros órganos y vasos sanguíneos habían crecido alrededor de la estructura ósea, haciendo la operación más difícil.
"Así que tuvimos que sacarle y separarle los vasos sanguíneos y alejar los órganos del feto sin dañarlos. Una vez que habíamos sacado al feto, manualmente volvimos a colocar los órganos en su sitio," dijo Vijayagiri.
Nisha supuestamente pesaba 8 kilos antes de que le sacaran al feto. Sus padres habían pasado por alto el vientre hinchado de la pequeña debido a sus bajos salarios de jornaleros.
"Ella siempre había tenido una barriga un poco más hinchada de lo normal, pero no le dimos importancia hasta que empezó a llorar sin parar y a tener problemas para respirar y comer," dijo Sumathi, de 28 años. "No le habíamos hecho ninguna ecografía antes, ni siquiera durante el embarazo."
"Estoy muy agradecida a los médicos por haberle sacado al feto y haberle dado una nueva vida a mi hija," comentó.
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