A todos nos encanta comernos una bolsa de frutos secos mientras vemos la tele, o mientras nos tomamos una copita con los amigos. Quizás sea por lo bueno que están, o por lo innumerables beneficios que tienen para la salud, ya que tienen elevados niveles de proteínas y grasas buenas.
Pero sea como sea, es una de esas pequeñas cosas de la vida que nos hace sentirnos a gusto.
Muchas veces los compramos ya pelados, pero, ¿te has preguntado alguna vez cómo son antes de ser procesados? Hay algunos que todos conocemos, como el pistacho, que rara vez viene pelado, ya que es muy fácil.
Otros, requieren un poco más de tiempo y esfuerzo, como las nueces, incluso hay que recurrir al conocido cascanueces, ya que tiene la piel gruesa y no tiene hendidura como los pistachos que facilite abrirlo.
Pero, ¿has pensado alguna vez como es la cáscara de los anacardos o marañones?
Es uno de los frutos secos que más gente adora, sin embargo, apenas nadie conoce como son antes de ser procesados. ¡La respuesta te sorprenderá!
Los anacardos forman parte de la familia de las hiedras venenosas, ya que contienen un aceite muy irritante que se encuentra en la capa que está justo entre la cáscara y la semilla. Si se ingiere, puede llegar a ser fatal. ¿Te siguen pareciendo tan apetitosos?
No te preocupes, los anacardos pasan por un proceso antes de que puedan ser consumidos. Con el fin de deshacerse de ese aceite, estos frutos secos se asan, por lo que nunca se venden en estado crudo. Además, crece fuera del fruto, por lo que es conocido como un fruto accesorio.
Así que ya seas de los que se han preguntado un millón de veces porque los anacardos nunca vienen con cáscara o crudos, ¡ahora ya sabes la respuesta!
Curioso, ¿verdad?
¡Compártelo con tu familia y amigos y que sepan la verdad! Fuente: Awm Imagen de portada: awm