Desgraciadamente, muchas parejas se rompen después de que se destape una infidelidad. Las razones que llevan a una persona a traicionar a su pareja son interminables.
Muchas consiguen llevarse el secreto a la tumba, pero los que tienen la mala fortuna de ser pillados con las manos en la masa, siempre dan lugar a historias bastante rocambolescas.
Ese fue el caso de Kayla Speer, una joven de Iowa (EEUU) de 23 años, que descubrió que su chico le estaba siendo infiel gracias a un repartidor de comida a domicilio.
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Según contaba la misma Kayla a través de Twitter, ella y su novio mantenían una relación a distancia mientras su novio se encontraba "preparándose para unos exámenes", cuando decidió sorprenderlo enviándole un sándwich de Jimmy John's, una cadena de restaurantes especializada en la entrega a domicilio.
La joven hizo saber al restaurante que no podría recibir el pedido, pero que lo haría su novio. Además de eso, Kayla avisó a su pareja mediante un mensaje de texto en el que decía "La comida está en camino. Por favor deja propina".
Tras no recibir ninguna respuesta por parte del novio, Kayla pensó que este simplemente se había quedado dormido.
Algún tiempo después, recibió un mensaje de su pareja en el que le agradecía el gesto de atención que había tenido. Todo parecía ir bien hasta que recibió una llamada de la empresa de comida:
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"Mira, normalmente no hacemos esto, pero creemos que debes saberlo. Cuando nos acercamos a la puerta pudimos ver a tu novio en calzoncillos con una mujer desnuda encima de él."
Después de que Kayla le hiciese un par de preguntas al repartidor para confirmar que efectivamente se refería a su novio, llamó a su pareja para pedirle explicaciones.
A pesar de que el novio negó todos los hechos, Kayla decidió poner fin a la relación y hacer una fiesta para celebrarlo.
Tras agradecer a la empresa por haber sido tan honestos con ella a través de Twitter, Jimmy John's prometió a Kayla que participarían en su fiesta aportando la comida de forma gratuita.
Como ves, las mentiras tienen las patas muy cortas. ¡Ten cuidado la próxima vez que pidas comida a domicilio! ¡Comparte esta curiosa historia con todos tus amigos!
