Cuando el Dr. Mark Hyman vio a a Isabel por primera vez esta tenía solo 10 años, y tenía un caso grave de enfermedad autoinmune, que se clasifica como una enfermedad mixta del tejido conectivo.
El diagnóstico EMTC incluye artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico y otras enfermedades similares con debilitantes efectos secundarios que pueden reducir drásticamente la calidad de vida de quien lo sufre. La enfermedad se considera, a día de hoy, incurable.
La enfermedad afectó a todo su cuerpo: los vasos sanguíneos, los glóbulos blancos y rojos, el hígado y los músculos. Tenía la piel dañada, y la cara y las articulaciones inflamadas. Le recetaron esteroides, aspirina y bloqueadores de ácido.
Y al igual que a otros muchos pacientes que sufren lupus, se le recomendó tomar quimioterapia para suprimir la actividad de su sistema inmune diaria.
Ninguno de los medicamentos le estaban causando mejoría y sus antiguos médicos querían ponerle un bloqueador TNF-alfa, un supresor inmunológico que, si bien puede reducir algunos síntomas, añade un gran riesgo de muerte por cáncer e infecciones.
Se negaron a ello, y acudieron al Dr Hyman, y menos de un año después, la niña estaba libre de síntomas, sus analíticas de sangre eran normales, y ya no tomaba ningún medicamento.
Lo que el doctor Hyman hizo fue muy simple, pero según él sigue siendo un misterio para la mayoría de los médicos de medicina moderna que han sido formados en las escuelas de medicina a través de planes fuertemente inclinados hacia la industria farmacéutica.
En lugar de encubrir los síntomas con medicamentos, el Dr. Hyman encontró las causas subyacentes de su condición.
Isabel tuvo que eliminar de su dieta el gluten, los productos lácteos y el azúcar, y tomar algunos suplementos para depurar el cuerpo y ayudar a curarse a sí misma (multivitamínicos, vitamina D, B12 y ácido fólico, aceite de pescado, aceite de onagra antiinflamatorio, anti-hongos, un probiótico y un agente quelante de mercurio).
A los poco meses, Isabel estaba "completamente sana", escribió el médico en su blog en 2015, haciendo pública su historia.
¿Qué son las enfermeda autoinmunes
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Una enfermedad autoinmune es una condición en la cual el sistema inmune, destinado a proteger el cuerpo, ataca por error células sanas. De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, hay más de 80 tipos de enfermedades autoinmunes que pueden afectar a diferentes partes del cuerpo.
Algunas de estas enfermedades son la celiaquía, la enfermedad de Crohn, la fibromialgia y, la diabetes tipo 1. La Asociación de Enfermedades Autoinmunes Americana (AARDA) estima que unos 50 millones de estadounidenses viven con una enfermedad autoinmune. La causa de estas enfermedades son desconocidas, al menos para la medicina convencional. El síntoma principal que une todas las enfermedades autoinmunes es la inflamación.
Los tratamientos médicos varían dependiendo de la enfermedad, pero a menudo incluyen fármacos inmunosupresores, medicamentos para el dolor, terapia de reemplazo hormonal y medicamentos antiinflamatorios. Pero como podemos ver en el caso de Isabel, este tipo de tratamientos no sirven para todos, e incluso cuando funcionan, tienen muchos efectos secundarios.
Medicina funcional: Un nuevo enfoque para la salud
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La medicina funcional es un nuevo movimiento global que en lugar de centrarse sólo en los síntomas, tienen en cuenta la sinergia de todo el cuerpo y su interacción con el medio ambiente. Su objetivo es restablecer el equilibrio en el cuerpo como un todo, en lugar de centrarse en un órgano en concreto.
El Dr. Hyman enumera algunos pasos a tener en cuenta para el tratamiento de una enfermedad autoinmune. En primer lugar, cualquier problema oculto en el cuerpo deber ser abordado: infecciones por hongos, virus, bacterias, o la enfermedad de Lyme.
En segundo lugar, es importante comprobar si hay algún tipo de alergia; el gluten y los productos lácteos suelen ser los más comunes. Entonces, la persona debe hacerse una prueba de metales pesados, en especial, el mercurio.
También es vital cuidar del intestino y asegurarse de que todo el tracto digestivo está funcionando correctamente. Un probiótico de calidad es muy útil, y se necesitan otras vitaminas para ayudar a restaurar el sistema inmunológico.
Y por último, la persona no debe olvidarse de hacer ejercicio regularmente y cuidar sus niveles de estrés mediante realización de yoga o meditación, aficiones sencillas que les permitirán dejar a un lado las preocupaciones.
En el caso de Isabel, el Dr. Hyman escribe:
"Algunos pueden descartar esto como una anécdota, o reclamar los métodos de pruebas no convencionales, o alegar que los tratamientos utilizados no están probados.
Pero si hay un ápice de posibilidad de que este enfoque funcione, y pueda ayudar a los pacientes a recuperarse de algunas enfermedades de las más debilitantes, ¿no deberían estar obligados a investigarlo más a fondo?"
¿Qué os parece la opinión del Dr. Hyman?
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