Chiquinho Scarpa es un conde millonario brasileño bastante habitual en las portadas de la prensa, pero no precisamente por sus negocios, sino por sus excentricidades.
Su última extravagancia vino después de afirmar que su visita a Egipto le hizo ver que era necesario que enterrase su Bentley de 450.000 dólares si quería disfrutarlo en el más allá.
A pesar de las miles de personas que pusieron el grito en el cielo afirmando que debía donar el automóvil a la caridad antes que hacer semejante derroche, Scarpa siguió adelante con su idea e incluso publicó varias fotos en la que aparecía junto a su Bentley y una zanja preparada para la ceremonia.
El acaudalado conde continuó compartiendo sus planes de enterramiento durante toda la semana acompañando las imágenes publicadas con textos como: "Decidí hacer lo mismo que los Faraones: esta semana enterraré mi coche favorito en mi jardín".
El día de la sepultura, Scarpa invitó a los medios de comunicación para que todo el mundo pudiese presenciar el último adiós a su Bentley, pero una vez que el coche estuvo a punto de ser enterrado, el conde detuvo toda la ceremonia.
Chiquinho había conseguido su objetivo: atraer la atención de millones de personas. Seguidamente pronunció un discurso que reveló la verdadera razón por la que había planeado toda la farsa, pasando instantáneamente de villano a héroe:
"La gente me ha condenado por intentar enterrar un vehículo valioso. Sin embargo, se olvidan de que la mayoría de personas entierran algo mucho más valioso que mi automóvil. Las personas entierran corazones, hígados, pulmones, ojos y riñones. Es absurdo."
"Hay muchísima gente esperando un trasplante y sin embargo todos los días se desperdician miles de órganos sanos que podrían salvar vidas. Ese sí que es el mayor desperdicio del mundo. Mi Bentley no vale nada en comparación con los órganos que pueden dar vida. No hay riqueza más valiosa que un órgano, porque no hay nada más valioso que la vida."
"Anuncio oficialmente que esta semana me he hecho donante de órganos. Soy donante de órganos, ¿y tú?"
En lugar de enterrar su coche, el multimillonario promulgó sobre toda su nación un poderoso mensaje sobre la donación de órganos.
En realidad, todo se trataba de una ingeniosa campaña de concienciación ideada por la agencia Leo Burnett con motivo de la Semana Nacional de la Donación de Órganos. La colaboración de Chiquinho Scarpa permitió algo histórico, ya que nunca antes se había conseguido tanta cobertura mediática para fomentar la donación. Sencillamente brillante…
Es cierto que la gente tiene derecho a hacer lo que quiera con su cuerpo, pero tal y como preguntaba Scarpa, ¿por qué conservar los órganos después de estar muertos en lugar de donarlos a una buena causa?
La cantidad monetaria del auto que estaba a punto de descansar palidece en comparación con las vidas humanas que podrían salvarse si cada persona fuera donante de órganos.
Y tú, ¿eres donante de órganos? ¿Te animas a ello? ¡Compártelo con todos tus amigos! Fuente: Trueactivist