La serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado, valioso o inesperado que se produce de manera accidental o casual, o cuando se está buscando una cosa distinta.
También puede referirse a la habilidad de un sujeto para reconocer que ha hecho un descubrimiento importante aunque no tenga relación con lo que busca. ¿Sabes lo que es el amor serendipia y por qué es el más duradero?
El amor serendipia, el amor que más dura
El amor serendipia ocurre cuando "aparece" alguien, te gusta, y no lo estabas precisamente buscando.
Pero, ¿por qué este tipo de amor es el más duradero? Tiene que ver con algo químico, que se origina en nuestro cerebro.
Lo primero que hay que entender es que el deseo de encontrar a alguien con quien compartir tu vida simplemente porque te sientes solo o porque algún tipo de presión te genera esa necesidad, hace que las relaciones no sean sanas y no se construyan sobre una base positiva.
Siempre es bonito encontrar el amor, y querer a alguien, pero no partiendo de una necesidad, una situación que se da muy a menudo tras una ruptura.
Normalmente, las relaciones que se empiezan justo después de una ruptura no se construyen desde una base sólida, sino que surgen para llenar el vacío que ha dejado la otra persona.
Y aunque es cierto que nuestro cuerpo y nuestro cerebro nos piden dopamina, aprender a gestionarlo es clave para crear relaciones fuertes y sanas.
Por eso precisamente, el amor serendipia es el más duradero. No es que este tipo de relaciones sean estadísticamente mejores, ni más bonitas porque aparezcan en las películas románticas.
Son más duraderas y satisfactorias porque ocurren cuando estás relajado y receptivo ante un impulso que no buscas por necesidad ni aburrimiento. Al aparecer en un contexto en el que no lo estás buscando, es probable que se construya desde una base más estable. Así que menos buscar, y más serendipia...
¿Sabías lo que era el amor serendipia? ¿Crees después de descubrirlo que puede ser el más duradero? ¡Cuéntanoslo en los comentarios! ¡Compártelo con tus amigos! Imagen de portada: Kryvenok Anastasiia / Shutterstock Fuente: harpersbazaar / culturainquieta / marioplaza.wordpress