Esta es la historia de Rory y Joey, una pareja que al descubrir que su tercera hija iba a nacer con síndrome de down, no dudaron sobre el camino que debían tomar.
Por desgracia, esto no es lo único que la vida les tenia preparado.
Joey solo pudo disfrutar brevemente de su hija, ya que debido a un cáncer de médula dejó a su familia antes de lo esperado.
"No puedo imaginar a Joey sin esos dos años siendo mamá de Indiana y sintiendo el amor y la felicidad que Indy le trajo. Dios lo sabe. Así lo hizo. Fue su regalo para ella. Igual que Indy es ahora mi regalo.
Ella es la sonrisa en la cara del padre que debería estar llorando. Ella es la alegría en una familia que debería estar llena de tristeza". Así lo expresa Rory en su cuenta de Instagram.
Han recibido cientos de mensajes de apoyo a lo largo de la batalla de Joey contra el cáncer, y sus amigos y familia han estado ahí a cada paso del camino.
Ahora, Rory esta centrado en criar a su hija con el espíritu de Joey en mente. Rory siente cómo Joey le guía en el camino de criar a su hija solo.
Rory tiene más que afrontar además de criar solo a su hija, ya que debe enfrentarse a todo esa gente que asegura que tener un hijo con síndrome de Down es un "error". Muchos están convencidos que un hijo como Indy nunca podrá llevar una "vida normal".
"Dios no comete errores".
"En los últimos años Joey y yo hemos oído muchísimas estadísticas que nos han dejado desolados. Alrededor del 70-90% de las mujeres embarazadas que descubren que su hijo tiene síndrome de Down, abortan".
Pero Rory sabe que están equivocados. Sabe que Indy es un regalo de de la vida, justo como cualquier hijo, y hace un maravilloso tributo a su hija en su blog: This Life I Live.
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