Raj oyó ruidos extraños que salían de un agujero en el terreno. Se quedó desconcertado con esos ruidos tan audibles y uno gemidos que venían por debajo del suelo. La primera vez que vio ese hueco, todo lo que podía ver era una completa oscuridad en lo que resultó ser el drenaje de las aguas residuales de un gran edificio. Entonces se dio cuenta de que dos ojos estaban mirando hacia él desde el túnel negro. Se trataba de un cachorro ahogándose. Los gemidos eran tan angustiantes, que eran apenas reconocibles. Era ahora o nunca el momento de actuar.
Los tres miembros del equipo de rescate de Animal Aid limited se acercaron con un plan al lugar. Bajaron a uno de los hombres al agujero, sujetándose por nada más que sus dos piernas. Apenas entraba su cuerpo en el desagüe de aguas residuales, pero de alguna manera logró adentrarse en la estrecha cavidad. Fueron capaces de sacar al cachorro, que muy bien podría haber acabado en una gran tragedia si no hubiese sido por ellos. La misión de rescate fue todo un éxito.
Ese par de ojos tristes del cachorro desapareció en tan sólo 48 horas. A pesar de que el cachorro todavía tenía muchísimo miedo de los humanos, parecía mucho más feliz. Raj pasó días hasta que consiguió que el pequeño comenzase a adaptarse de nuevo. Se ponía en el suelo junto a él y le daba de comer con la mano para que se acostumbrara al tacto. Se acostaba con el perro en el suelo y al final, el cachorro pareció sentirse seguro en su nuevo hogar.
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