Se trata de Jeddah, un joven murciélago que adora que le abracen y le rasquen la cabeza.
Como todos nosotros, Jeddah es fan de las cosas buenas de la vida: tener a alguien que le rasque la cabeza.Jedda sufrió algunas lesiones cuando era una cría y no puede ser puesto en libertad, como resultado, es por eso que está en las manos cariñosas de un cuidador de murciélagos, vacunado y con licencia.
Y cuando le rascan la cabeza, muestra su agradecimiento con alucinantes y lindos chillidos.
Basta con mirar un poco a esta cara sonriente y dime que no te entran ganas de rascarle la cabeza también.
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