Aunque cada trabajo es diferente, todos los empleos tienen los mismos personajillos que parecen querer hacernos la vida imposible ya sea porque crean mal ambiente, porque son unos cotillas o porque tienen un ego que no entra por la puerta.
Puede que no hagan un despropósito lo suficientemente grave como para avisar al responsable de recursos humanos, pero sí que pueden tener un comportamiento que ralentice el flujo de trabajo o moleste al resto de la oficina.
A continuación te mostramos cuáles son los compañeros de trabajo más odiados por todos: El quejica
Todos odiamos la temperatura que hace en la oficina o el ridículo reparto de vacaciones, pero hay un tipo de personas que parece sentir placer por cada queja que sale de su boca.
La terapeuta con sede en Los Angeles, Amanda Stemen, sugiere ofrecer soluciones a los problemas que plantea este tipo de persona. Si el problema es real y puede resolverse, con suerte nunca más tendrás que volver a escucharlo.
Por otro lado, si no es un problema real, esa persona negativa dejará de quejarse cuando se dé cuenta de que solucionas los problemas en lugar de ser el tipo que se compadece o escucha tonterías.
Si la negatividad continúa, siempre puedes escapar rápidamente diciéndole: 'Lo siento, pero tengo que volver a mi trabajo'.
El jefe incompetente
Este es el típico superior que cada vez que preside una reunión hace que te preguntes: "¿cómo ha podido conseguir ese cargo si hay personas muchos más válidas que él?" Los problemas que involucran a superiores incompetentes forman parte de las quejas más frecuentes que recibe la psicóloga y entrenadora ejecutiva, Kate Snowise.
"Nos referimos a esa persona de la oficina que pasa la mayor parte de su tiempo intentando aparentar que sabe lo que están haciendo".
¿Su consejo? Sé respetuoso con este tipo de personas a la vez que buscas formas efectivas y apropiadas de evitarlas.
El cotilla implacable
Siempre puedes contar con esta persona para mantenerte al tanto de las actividades extracurriculares de las personas de la oficina como el ligue de una noche de tu compañero de mesa, o qué sale en la última foto que ha subido el nuevo.
Para evitar su interminable charla y recuperar tu tiempo, la psicoterapeuta del sur de California, Tina Tessina, recomienda ignorar a esta persona de forma educada y disimulada.
"Básicamente, limítate a dar respuestas educadas y profesionales de forma discreta", explicaba Tina. "Si la persona llega a su escritorio con chismes, dile: 'Lo siento, estoy hasta arriba de trabajo'. Y sigue trabajando. No necesitas ser amigo de todos los de tu oficina".
El jefe asfixiante
Son las 21:45 del sábado y recibes un correo electrónico del trabajo que claramente podría esperar hasta el lunes. Y el control no termina ahí, constantemente esta persona te exige novedades sobre tu trabajo y desea conocer todos tus movimientos.
"Este comportamiento crea inevitablemente una atmósfera de desconfianza en la oficina y tiene un impacto negativo en la moral y la productividad del personal", explicaba Alena Gerst, una psicoterapeuta con sede en Nueva York.
La mejor manera de manejar a estas personas es demostrándoles tus capacidades y tu competencia. Después de todo, fuiste contratado o ascendido por alguna razón.
"Demuestra que eres minucioso y de confianza. Recuérdaselo verbalmente si es necesario para que pueda aprender a darte el espacio que necesitas para desempeñar tu trabajo".
El "comunicador" nato
Este persona tiene una habilidad especial para enviar correos electrónicos capaces de hacer llorar a cualquiera (a veces, TODO ESCRITO EN MAYÚSCULAS para resaltar la urgencia de su solicitud) y, en general, se comunica de una manera que hace que los demás se sientan molestos o heridos.
En estos casos, lo mejor que puedes hacer es tratar con ellos cara a cara. Los mensajes de texto o los correos electrónicos pueden malinterpretarse muy fácilmente, sin contar que a muchas personas se les olvida añadir las sutilezas que tendrían durante una conversación normal.
El vago
Las quejas sobre compañeros perezosos son otras de las más comunes y persistentes, afirmaba José Sandoval, un psicólogo en Miami, Florida.
"Muchos clientes se quejan de que tienen que hacer su trabajo y parte del trabajo de un compañero vago", argumentaba José.
"Trato de ayudar a las personas a mejorar sus habilidades de comunicación asertivas y generalmente les recomiendo que busquen a alguien que pueda delegar responsabilidades específicas".
El ventajista
Este compañero de trabajo sutilmente, o no tan sutilmente, se atribuye el mérito del trabajo de los demás, y no tiene ningún reparo en pedir ayuda pero no darla cuando otro la necesita. ¿El consejo de Tessina para lidiar con estas personas? Aprende a dejar de ser tan útil.
"A menos que esta persona sea tu jefe, dile: 'Lo siento, estoy demasiado ocupado para ayudarte en este momento' o 'Lo haré si tú me haces este favor'. Luego espera hasta que haga lo que quieres antes de hacer lo que quieren", explicaba Tessina.
"Si se atribuye el mérito de tu trabajo, redacta un correo electrónico que indique el trabajo que realizaste antes de dárselo, de esta manera tendrás pruebas de que las ideas fueron tuyas. Esto funciona incluso con un jefe".
¿Cuál es el compañero de trabajo que te saca de tus casillas? ¡Compártelo con todos tus amigos! Imagen de portada: Devil Wears Prada, The Wolf of Wall Street Fuente: Huffingtonpost