Hay un momento en el que ya no puedes ignorar la caída del cabello. Aunque tienes varias opciones, llegados a ese punto, no todas son precisamente buenas, y al final casi todos lo hombres que ven que su melena ya no es lo que aceptan su destino y se afeitan la cabeza.
Aunque en teoría es algo fácil de hacer, en realidad es muy difícil dar el paso. He aquí cómo reconocer que ha llegado el momento de despedirte de tu pelo y cómo superar el proceso.
¿Te estás quedando calvo? Es hora de afeitarte la cabeza Primer paso: Supera la etapa de negación
"Tenía alrededor de treinta y cinco años", decía el neoyorkino Brian Goldberg, ahora de 48 años. "Estaba perdiendo demasiado pelo. Ya casi no tenía suficiente vello en la parte superior de la cabeza".
Goldberg recuerda sentirse enfadado consigo mismo durante aquella época. Muchos hombres se enfrentan a la caída del cabello con la negación. Incluso cuando es evidente que es un problema, pueden convencerse de que no les ocurre nada.
"Si la cabeza comienza a clararse, ha llegado el momento", decía Van Capizzano, fundador de Tribe Barber en Boston. "Siempre es difícil. Es como si le preguntases a tu mejor amigo: '¿Me ves más gordo?' Él te dirá, 'Nah'. Sucede exactamente lo mismo cuando te preguntas '¿Me estoy quedando calvo?'"
Si necesitas un empujoncito extra, recuerda que todo tu aspecto general está en juego. "Es como una de esas película de Vietnam", decía Goldberg. "Tienes que quemar una aldea para salvar el resto del pueblo. De igual forma, para salvar tu aspecto, tienes que afeitarte la cabeza".
Paso dos: Tómate un tiempo para despedirte de tu pelo
Es normal que tengas ciertos sentimientos hacia tu melena. Este es el momento de reconocerlos y despedirte de ellos.
"Hay algo muy profundo en eso de afeitarse la cabeza", decía Goldberg. "Te estás dando cuenta de lo ineludible que es el paso del tiempo." Tómate un tiempo para asimilarlo y luego hablemos de cómo afeitarte.
Paso tres: Haz lo que mejor se adapte a tu cabeza
¿Cuchilla o maquinilla? Goldberg comenzó con con la maquinilla, aunque luego se preocupó por los pequeños pelillos de su cabeza y pasó a enjabonársela y a pasarse una navaja de afeitar. Según como él dice, "es como afeitar una bola de billar".
Al final, sin embargo, ganó la maquinilla. "El afeitado con cuchilla te deja la cabeza muy suave, pero también hace que se te queden algunos vellos encarnados", decía. "Quizás quedaba incluso demasiado suave y brillante para mi gusto".
Paso cuatro: considera dejarte crecer una barba
Empezar a afeitarte la cabeza es una magnífica excusa para que dejes de afeitarte la cara. Las barbas y la calvicie son dos cosas inseparables, igual que el jamón York y el queso.
De alguna forma, el contrapunto que ofrece la barba hace que una cabeza afeitada sea más interesante. La barba añade cierto contraste y virilidad.
Paso cinco: Ha llegado el momento
Una vez que te hayas hecho a la idea y te haya crecido una buena barba, es hora de que te lances de cabeza. Si no te ves capaz de hacerlo con tus propias manos, dirígete a una barbería y que un profesional se encargue de todo.
"Cuando lo hagas, odiarás al barbero, y también lo odiarás al día siguiente, pero poco después lo amarás por el resto de tu vida", dice.
Si ya has abrazado tu calvicie, es hora de disfrutar de uno de sus placeres, que te hagan un masaje como este:
Deja de aferrarte al cabello y probablemente seas más feliz.
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