Todavía estamos en esa época del año en la que nuestra fuerza de voluntad y motivación están por la nubes y algo tan complicado como bajar de peso nos parece pan comido.
Y es que, si te has propuesto algún que otro propósito de año nuevo. Seguro que perder peso está en la parte más alta de tu lista.
Si es así, presta atención. Antes de renunciar al postre o prometerte a ti mismo que correrás 6 kilómetros todos los días de la semana, haz caso a los consejos que te mostramos a continuación. En la mayoría de ocasiones, un mal planteamiento de nuestros objetivos es lo que hace que fracasemos a la hora de alcanzar nuestras metas.
5 Propósitos de Año Nuevo que te ayudarán a perder peso: 1- Objetivo: "Este año voy a entrenar"
Objetivo más inteligente: "Voy a hacer ejercicio cuatro veces a la semana durante 30 minutos".
Por qué funciona: Cuanto más específico seas, más probabilidades tendrás de seguir una rutina de ejercicios. Si estableces un tiempo determinado para hacer ejercicio, no tendrás ningún motivo para omitirlo.
Establecer cuándo, dónde y qué ejercicio vas a realizar hace que no puedas poner excusas.
Levantar pesas es la mejor manera de quemar grasa y desarrollar músculo. Lo ideal es que te centres en entrenar para ir aumentando de carga progresivamente a lo combinas con algún ejercicio de cardio para facilitar la quema de grasa.
2- El objetivo: "Voy a intentar estar menos estresado y cansado"
Objetivo más inteligente: "Voy a configurar una alarma para recordarme que me acueste a una hora que me permita dormir 8 horas".
Por qué funciona: A menudo nos despistamos tanto con la actividad que estamos haciendo durante la noche que nos olvidamos de acostarnos a una hora decente.
El sueño debe ser una prioridad si quieres perder peso, simplemente porque comes más cuando te sientes cansado. Según una investigación del Reino Unido, las personas que duermen un promedio de 3 a 5,5 horas por noche comieron 385 calorías adicionales al día siguiente en comparación con las personas que duermen de 7 a 12 horas.
Esto se debe a que cuando no duermes, tu cuerpo produce más grelina, una hormona que induce el hambre, y menos leptina, una hormona que te hace sentirte saciado.
3- El objetivo: "Dejaré de comer porquería"
Objetivo más inteligente: "Reduciré la ingesta de azúcar de mi dieta".
Por qué funciona: Aunque demonicemos el azúcar en general, el verdadero problema es el azúcar añadido. El azúcar que podemos encontrar en las frutas y los lácteos son azúcares naturales, lo que significa que vienen combinados con otros nutrientes saludables como la fibra y los antioxidantes.
Los azúcares añadidos, sin embargo, se encuentran generalmente en alimentos poco saludables. Según la Asociación Estadounidense del Corazón, los hombres no deberían consumir más de 36 gramos de azúcar por día, pero puedes llegar e incluso superar ese límite con solo una lata de refresco.
La eliminación de los alimentos procesados, especialmente las bebidas azucaradas, es un magnífico punto de partida para mejorar la dieta, ya que ofrecen muy poco valor nutricional y un gran exceso de calorías. Con el tiempo, podrás deshacerte también de alimentos edulcorados como los cereales o los snacks.
Además, al deshacerte de esas cosas dejarás espacio para alimentos ricos en vitaminas, minerales y otros nutrientes beneficiosos.
4- El objetivo: "Cambiaré mi dieta y comeré alimentos saludables"
Objetivo más inteligente: "Voy a comer una pieza de fruta y/o verdura con cada comida para llegar a unas 5 porciones al día".
Por qué funciona: "Comer sano" es un término demasiado general. Cambiar un aspecto específico (y alcanzable) es mucho más eficiente que revisar y cambiar todo lo que comes. Además, de esta manera, te centrarás en lo que puedes comer, en lugar de lo que no puedes, lo que te ayudará a evitar la mentalidad restrictiva que a menudo conduce a los antojos.
Integrar frutas y verduras es una buena forma de comenzar, porque según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, solo el 9% de las personas consumen suficientes verduras y solo el 12% come suficiente fruta.
La fruta y la verdura están repletas de nutrientes y contienen muy pocas calorías. Además, gracias a su alto contenido en fibra, conseguirán que te sientas saciado durante mucho más tiempo, haciendo menos probable que comas en exceso en la próxima comida.
5- El Objetivo: "Voy a empezar a cocinar mi propia comida"
Objetivo más inteligente: "Planearé la comida de la semana los domingos, así sabré lo que cenaré todas las noches".
Por qué funciona: Comer fuera es fantástico, pero nos dificulta el hecho de que podamos seguir nuestra dieta. En casa puedes controlar lo que comes al 100%. De hecho, las personas que comen cinco o más comidas caseras por semana son un 28% menos propensas a tener sobrepeso, según un estudio del Reino Unido.
¿Por qué? Cocinar en casa nos da la opción de utilizar métodos de preparación más saludables, ayuda a que comamos una mayor variedad de alimentos y limita la ingesta de comida basura repleta de azúcar y calorías, señalan los investigadores.
Si no tienes mucho tiempo, aprovecha los alimentos que vienen envasados pero aún conservan algo de nutrientes. Un poco de pollo asado, unas verduras congeladas y un puñado de arroz te permitirá preparar una comida rápida y equilibrada sin crear demasiado alboroto. Mejor aún, haz el doble para que tengas para almorzar al día siguiente.
¡Sigue estos pequeños consejos y nunca más fracasarás en tu propósito! ¡Comparte estos pequeños consejos con todos tus amigos! Fuente: Menshealth