Cuando los más pequeños enferman, la voz de alarma se enciende en los padres que intentan desesperadamente encontrar la solución necesaria para devolverlos a la normalidad. Este sentimiento de incertidumbre y nerviosismo se ha propagado entre los padres desde que en 2015 una nueva cepa de escarlatina, una infección infantil que se pensaba que había desaparecido, ha vuelto a las andadas sembrando el pánico entre los padres.
Esta enfermedad se caracteriza por una erupción bastante característica así como sensación de picazón y dolores de garganta.
Por suerte, se ha recorrido un largo recorrido desde la edad media, por lo que actualmente es bastante fácil tratar los síntomas y acabar con la infección a pesar de lo aparatosa que resulta.
¿Cómo se contagia la escarlatina o fiebre escarlata?
La bacteria Streptococcus común (el mismo tipo que causa la faringitis estreptocócica), infecta a los niños al secretar una toxina. Los niños que son susceptibles a esta bacteria son los que desarrollarán la fiebre escarlata. Como resultado, desarrollan una erupción cutánea similar a una quemadura solar por la zona del cuello, la espalda y el pecho, mientras que el área alrededor de la boca permanece intacta. Tras seis días la piel comienza a desprenderse y se presentan otros síntomas.
Síntomas comunes
La fiebre escarlata suele venir acompañada de:
- Sarpullidos rojizos.
- Cara enrojecida.
- Dolor de garganta.
- Picazón en la piel.
- Inflamación de las glándulas del cuello.
- Fiebre alta (38ºC)
- Dolor abdominal.
¿Qué hago si mi hijo tiene fiebre escarlata?
La escarlatina es bastante contagiosa, por lo que se debe limitar el contacto del enfermo con sus hermanos o amigos. También es conveniente separar los cepillos de dientes y los cubiertos que utilizan el resto de la familia para intentar frenar la propagación de la infección.
El tratamiento suele requerir la acción de antibióticos durante unos 10 días. Aunque el enfermo presente una mejoría antes de ese periodo, es necesario que se mantenga la medicación durante todo el tiempo especificado por el doctor. Espera 24 horas desde que los síntomas hayan pasado antes de enviarlos de vuelta a la escuela.
Tratamientos naturales de apoyo para los síntomas de la fiebre escarlata
Esta infección produce bastantes molestias, por lo que cualquier tratamiento que alivie el malestar será bienvenido por el enfermo. Para ello, existen algunos remedios naturales que puedes ser de ayuda en estos casos:
- El vinagre de sidra de manzana contiene ácido acético, el cual tiene la capacidad de tratar las infecciones en pacientes quemados. Humedece un paño de algodón en un poco de vinagre de manzana y aplícalo sobre la erupción de la fiebre escarlata para reducir sus efectos.
- Beber 2-3 veces al día una infusión de hojas de frambuesa, menta y miel consumida mejorará el dolor de garganta.
- El vapor de agua y los humidificadores evitarán que el aire seco irrite aún más la garganta. La adición de aceites esenciales como el aceite de lavanda tendrá un beneficio adicional al reducir la inflamación de la garganta.
- Recorta las uñas del enfermo para evitar que se dañe la piel cuando se rasque a causa de los picores constantes.
- Las sopas, tés y alimentos suaves, además de mantenerlo nutrido, también aliviarán la garganta.
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