La ciencia ha dado un paso más en la comprensión de qué causa la alopecia y otras formas de calvicie. Con un poco más de investigación, quien sabe si este descubrimiento podría conducir al desarrollo de un tratamiento para la pérdida de cabello.
Los investigadores de la UC San Francisco han descubierto que muchas formas de calvicie podrían deberse a las células T, también conocidas como Tregs (reguladoras). Estas células inmunes están típicamente asociadas con el control de la inflamación, pero esta investigación muestra que también activan directamente las células madre de la piel para promover el crecimiento saludable del cabello.
Esto significa que, si las células T son defectuosas, se interrumpe la capacidad de las células madre para regenerar los folículos pilosos, y por lo tanto, conduce a la calvicie.
"Nuestros folículos capilares se regeneran constantemente: cuando se cae un pelo, una porción del folículo capilar tiene que volver a crecer", dijo en un comunicado Michael Rosenblum, profesor asistente de dermatología en la UCSF y autor principal del estudio.
"Se pensó que este era un proceso completamente dependiente de las células madre, pero resulta que las Tregs son esenciales. Si eliminas este tipo de célula inmune, el cabello simplemente no crece."
Durante el estudio, llevaron a cabo varios experimentos en los que eliminaron temporalmente las Tregs de la piel de unos ratones. Cuando afeitaron el pelo de los ratones, el pelo no volvió a crecer. "Rápidamente nos dimos cuenta de que teníamos que profundizar más en esta hipótesis".
Las investigaciones posteriores mostraron que las Tregs están estrechamente ligadas a las células madre en los folículos capilares que ayudan a regenerar el cabello. Cuando los folículos entran en su ciclo habitual de regeneración, el número de Tregs a su alrededor se triplica.
"Es como si las células madre de la piel y las Tregs hubieran evolucionado conjuntamente, de modo que las Tregs no solo protegen a las células madre contra la inflamación sino que también participan en su trabajo regenerativo", dijo Rosenblum. "Ahora las células madre dependen completamente de las Tregs para saber cuándo es el momento de comenzar a regenerarse".
Para apoyar aún más esta hipótesis, los investigadores también encontraron que los genes asociados con la alopecia están casi todos relacionados con las Tregs. Esto hace que Rosenblum y su equipo piensen que comprender el papel de las Tregs en el crecimiento del cabello puede conducir a mejores tratamientos para la pérdida de cabello.
"Creemos que las células inmunitarias entran en el tejido para combatir las infecciones, mientras que las células madre están ahí para regenerar el tejido después de que se dañe", agregó. "Pero lo que está claro es que las células madre y las células inmunes tienen que trabajar en conjunto para posibilitar la regeneración".
¿Qué te ha parecido este interesante descubrimiento? ¿Crees que algún día se descubrirá una cura para la calvicie? ¡Comparte este hallazgo con todos tus amigos! Fuente: Iflscience, UC San Francisco