Desde que nació, Cloe Jordan, una joven veinteañera de Wolverhampton, Inglaterra, tenía un lunar en el estómago que la acompañó de por vida.
Con el tiempo, el lunar comenzó a crecer, a volverse más oscuro y a cambiar de forma, signos que revelan un cáncer de piel. Al estar acostumbrada a ver la marca marrón de su barriga en todo momento, no se fijó demasiado cuando este comenzó a transformarse.
Llegó el día en que decidió programar una cita con el médico para eliminarlo, aunque no fue porque pensase que fuese peligroso. El motivo real de su consulta se debía a que la dichosa marca de su barriga le estaba originando ciertas inseguridades. No le gustaba cómo se veía en las fotos que se tomaba y compartía en las redes sociales.
Cuando su médico observó la pinta que tenía el lunar, enseguida se preocupó e hizo que Cloe comenzara a hacerse pruebas.
"Lo odié desde pequeña, cada vez que llevaba un bikini y me hacía un selfie, sentía que sobraba", contaba Cloe.
"Nunca me imaginé que se tratase de algo tan serio. Ahora agradezco que me incomodase a la hora de hacerme las fotos, eso me ha salvado la vida".
Los resultados de las pruebas revelaron que, efectivamente, Cloe tenía un melanoma. Desde que tomó las medidas necesarias y pudo eliminar el lunar, lo que le originó una cicatriz bastante más grande de lo que podría esperarse de un punto tan pequeño. En el momento en que se retiró, el cáncer se había extendido por parte de su abdomen.
Hace unas semanas, Cloe decidió publicar una imagen de su cicatriz en las redes sociales en un intento de ayudar a otros a darse cuenta de que ellos también corren el riesgo de contraer cáncer de piel.
"Pienso que compartiendo mi experiencia puedo hacer que las personas tomen conciencia a la hora de broncearse. Nunca volveré a ponerme al sol. Prefiero conseguir color con cremas bronceadoras antes que dañar mi piel".
El melanoma afecta aproximadamente a 1 de cada 50 estadounidenses, y el número de casos reportados aumenta un 3% cada año. Aunque el melanoma sólo representa alrededor del 5% de los cánceres de piel, origina el 71% de las muertes por cáncer de piel.
Si tienes lunares, debes estar atento a posibles cambios de tamaño, forma o color. Es indispensable que consultes a tu médico en caso de que notes algo raro.
Actualmente, Cloe se encuentra a la espera de tratamiento para ver si su cáncer se ha propagado aún más. "Cualquier persona que tenga preocupación por cómo cambia uno de sus lunares debería acudir al médico", decía la joven británica. "Es mejor prevenir que curar."
¡Comparte la experiencia de Cloe con todos tus amigos! Fuente: Twentytwowords