Ahh, el amor... Es curioso como los humanos tenemos la necesidad de relacionarnos los unos con los otros, de enamorarnos, de intimar, de ver películas de amor en pareja y sentir ese intenso anhelo por la presencia de la otra persona. Lamentablemente, este amor infinito puede desvanecerse con el tiempo e incluso convertirse en resentimiento.
Sin embargo, las razones por las que amamos no es lo que nos interesa en esta ocasión. En realidad vamos a centrarnos en cómo solemos enfrentarnos a la pérdida de ese amor cuando estamos deprimidos y derrumbados. O mejor dicho, cómo no debemos hacerlo.
Formas de enfrentarse a las rupturas 1- Venganza
Estamos hartos de verlo en televisión, en las películas e incluso en las canciones. Alguien te engaña o te abandona, y por alguna razón, la respuesta más inmediata es atacarla de la forma más rastrera y retorcida que se te ocurra.
La violencia es en muchas ocasiones la primera postura a seguir, ya sea contra la ex pareja o sus pertenencias, a pesar de que es una forma pésima de lidiar con el dolor, una postura que sin lugar a dudas debes evitar. El sentimiento de dolor que puedas experimentar no justifica que te comportes como un maníaco.
Si quemas el coche de tu pareja simplemente porque tuvo relaciones con otra persona, básicamente estás evidenciando que eres una persona inestable con la que no merece la pena mantener una relación.
2- Autodestrucción
Aquellos que no se ven capaces de atacar a los demás, muchas veces terminan destruyéndose a sí mismos.
Cuando te enfrentas a algún tipo de rechazo o pérdida, es bastante fácil pensar que de alguna forma tú tuviste la culpa y que hacerte daño es lo mejor que puedes hacer por sentirte un completo perdedor.
Aunque sabes que es una forma nefasta de lidiar con tus problemas, crees que es necesario porque de alguna forma te lo mereces.
La razón por la que la autodestrucción es un plan de acción de mierda es bastante clara: de alguna manera ya estás "roto", entonces, ¿cómo va a ayudar un nuevo colapso de las cosas?
En cierto modo, todos sabemos que castigarnos a nosotros mismos no va a mejorar nada, incluso si la razón por la que nos quedamos solteros es enteramente nuestra culpa. Incluso si la cagas con tu pareja, ¿de qué te sirve dejar de ser un idiota con los demás para ser un idiota contigo mismo? Simplemente estás perpetuando tu idiotez, que es claramente tu problema.
3- Obsesión
Perseguir o vigilar constantemente a tu ex es una práctica espeluznante y rara, además de ser una manera de confirmar a todos que tu ex hizo muy bien alejándose de ti.
Ahora, asumiendo que tienes unos cuantos dedos de luces, existe otra forma de obsesión menos siniestra pero no menos desesperada en la que caen muchas personas: el sentimiento de posesión.
No hay nada de malo en intentar recuperar una relación fallida, eso sí, siempre y cuando quieras estar con esa persona porque ves en ella cualidades y atributos que te resultan entrañables, notables y admirables. No porque la hayas visto primero y nadie más pueda jugar con tu "juguete".
Si lo único que te motiva a continuar una relación es tu deseo de conocer cada uno de sus movimientos y asegurarte de que no está haciendo cosas que no te gustan, felicidades, estás como una chota.
Deshazte de ese comportamiento antes de que sea demasiado peligroso. Además, si tu vida no gira entorno a esa persona, tal vez encuentres algo interesante en una de las otras miles de millones que hay.
4- Sustitución
Esta idea está tan arraigada en nuestra sociedad que probablemente haya sido la base de al menos una escena en casi todas las comedias románticas realizadas desde la década de los 80. Rompes con alguien, tus amigos se reúnen y colectivamente deciden que la mejor cura para tu dolor es buscarla en otra persona. De hecho, siempre hay alguno que suelta la tipiquísima frase "un clavo saca a otro clavo".
A priori puede parecer una buena idea. Acabas de terminar una relación, tal vez una que duró varios años, estás herido y te sientes solo. Entonces piensas que tras la puerta de tu casa hay como un millón de individuos dispuestos a satisfacerte y a ayudarte a olvidar tus problemas.
El inconveniente de esta solución es que realmente no estás solucionando nada. Bueno, tal vez una cosa, durante cinco minutos, ¿pero luego qué?
Básicamente usas a otra persona para tu bienestar, tu moral te dirá cómo sentirte al respecto, pero, ¿y si ahora quiere ser algo más en tu vida? ¿qué pasa si tu ex regresa?
Mantén tus impulsos sexuales a raya una semana. ¡Una semana! Necesitas algo de tiempo para ordenar tus pensamientos, suponiendo que estuvieras realmente enamorado de esa persona. Recapacita sobre cómo eres cuando estás solo y lo que quieres hacer contigo mismo.
Entonces, ¿que tienes que hacer al respecto? Bueno, independientemente de quién seas tú o tus predilecciones, sabes por qué amabas a esa otra persona, por lo que lo mejor que puede hacer es averiguar por ti mismo qué fue lo que sucedió, para poder aprender de tus errores.
Y la respuesta no es porque la otra persona era estúpida. Puede que tengas parte de razón, no te quitaré eso, pero si amas a alguien lo suficiente como para que te lastime perderlo, entonces no puede ser la persona malvada que ahora te imaginas.
De otra manera, ¿qué dice eso de ti? o ¿por qué te importa que se haya ido? Antes de que tu ex se convirtiera en un monstruo debía de haber algo más. Así que piensa en ello y averígualo. Tal vez fuiste tú, tal vez fue él o ella.
Necesitas tiempo para descubrir los fallos, aprender de ellos y crecer como persona. Solo así podrás superar la pérdida y ofrecer una mejor versión de ti mismo a quien quiera que se cruce en tu vida.
Es normal que al principio necesites llorar la pérdida, enfadarte con esa persona, echarla de menos… Somos humanos capaces de sentir un gran dolor físico, pero también un gran dolor emocional. No te niegues la posibilidad de caminar por esta etapa de tu vida, no pongas resistencia si realmente lo necesitas.
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