A partir de ahora te pensarás dos veces ir al gimnasio a descargar adrenalina después de tener un día "complicado". Según un nuevo estudio publicado en la web Circulation, practicar ejercicio cuando estamos enfadados podría desencadenar un ataque al corazón.
Para el estudio, casi 12.500 personas supervivientes a un ataque cardíaco explicaron qué hicieron y cómo se sintieron durante los instantes previos a sus ataques. También informaron de las actividades y el estado emocional que tuvieron el día anterior a los ataques para poder realizar una comparación.
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Después de analizar esos datos, los investigadores observaron que las probabilidades de sufrir un ataque al corazón se duplican si se realiza ejercicio físico intenso o se está en un estado alterado propio de algún enfado.
Y lo que es más importante, al realizar ejercicio intenso mientras se está enfadado el riesgo de sufrir un ataque cardíaco se triplica.
¿A qué se debe esto?
Resulta que el ejercicio físico intenso y la ira hacen que los vasos sanguíneos se estrechen, según afirma investigador principal del estudio, Andrew Smyth.
Al disminuir su tamaño, los vasos sanguíneos no son capaces de llevar suficiente sangre hasta el corazón, siendo esta la causa de un posible ataque cardíaco.
Aunque el hallazgo es bastante inquietante, vale la pena señalar que es muy poco probable que individuos sanos menores de 60 años sufran ataques al corazón. Sólo el 0,3% de los hombres con edades comprendidas entre 20 y 39 años sufren este tipo de ataques, y solo el 3,3% de los hombres de 40 a 59 años han experimentado uno, según un informe de 2016 realizado por la Asociación Americana del Corazón.
Si estás por debajo de los 60 años, perteneces al grupo de personas que no tienen factores de riesgo, por lo que practicar ejercicio cuando estás alterado no conllevará ningún peligro, dice el Dr. Smyth. Los beneficios que podemos conseguir al realizar actividades físicas, como pueden ser la reducción del estrés o el fortalecimiento del corazón en general superan el riesgo de sufrir ataques cardíacos en individuos sanos y jóvenes.
La única precaución que se debería tomar antes de realizar una actividad física intensa sería calentar previamente con ejercicios de baja intensidad para que el cuerpo pueda preparase correctamente al esfuerzo al que va a ser sometido.
Los hombres mayores de 60 años, por el contrario, deberán ser más cautelosos ya que poseen un mayor riesgo de sufrir ataques cardíacos debido al deterioro propio de la edad. De hecho, se estima que más del 10% de los hombres de entre 60 y 79 años han experimentado uno a lo largo de sus vidas.
Lo mismo ocurre con los hombres que tienen sobrepeso, sufren hipertensión o tienen antecedentes familiares que sufrieron enfermedades del corazón.
En estos casos, es conveniente hacer una visita al médico para conocer si el corazón soportará una nueva actividad física en la rutina diaria.
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