No hay nada que incentive más a hacer algo a una persona que el dinero, o al menos eso parece.
Hoy te traemos el claro ejemplo que si puedes demostrar a un amigo que se equivoca y encima ganar algo de dinero, casi todo el mundo acepta hasta la propuesta más estúpida que te hagan.
Un mes encerrado en un baño a oscuras
Cien mil dólares es una cantidad muy tentadora para hacer algo que te proponga un amigo, aunque de primeras no te convenza mucho la idea.
Y eso es lo que ocurrió entre Rory Young y Rich Alati, dos jugadores de póker con mucho dinero que gastar y poco que hacer.
Young le ofreció a Alati la cantidad de 100.000 dólares si se pasaba viviendo 30 días encerrado en un baño a oscuras, sin un rayo de luz. Por increíble que parezca, el jugador aceptó la apuesta.
El día 21 de noviembre, Rich se metió en el cuarto de baño plagado de cámaras nocturnas llevando sólo aceites de baño y una esterilla de yoga. Nada de móviles, televisión o conexión con el exterior.
Dormía unas 12 al día, hacía ejercicio, yoga, meditaba y comía a diferentes horas lo que le proporcionaban. La experiencia terminó a los 20 días, no porque se rindiera, sino porque su amigo se echó a atrás y no quería pagarle tanto dinero.
En su lugar, llegaron a un acuerdo, Alati saldría el día 20 y le pagaría la parte proporcional, unos 62.000 euros, ya que Young veía que su amigo era capaz de superar la cifra de los 30 días perfectamente.
"Cuando veía la habitación llena de burbujas blancas me decía a mí mismo 'sé que esto no es real, pero voy a aceptarlo' y tuve una divertida fiesta de burbujas", ha explicado en entrevistas posteriores el jugador de Póker.
No todos se atreverían con esta apuesta, pero sin duda ha demostrado una fuerza mental increíble al sobrevivir ahí dentro.