Mohamed Bzeek es un hombre que durante los últimos 20 años ha cuidado de los niños más enfermos del sistema de adopción de Los Ángeles. Todos los niños que Bzeek acoge en casa padecen una enfermedad terminal y no tienen a nadie que los cuide.
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En las últimas dos décadas, Bzeek ha enterrado a 10 niños, de los cuales algunos han muerto en sus brazos.
"Si alguien nos llama y nos dice que un niño necesita cuidados paliativos siempre pensamos en la misma persona," dijo Melissa Testerman, la coordinadora de admisión del departamento de servicios para niños y familias (DCFS) donde se encargan de la colocación de los niños enfermos. "Bzeek es la única persona que se llevará a estos niños."
Hace poco, Mohamed dio la bienvenida a una niña de 6 años de edad que está postrada en la cama por un fallo cerebral muy raro. Sufre convulsiones, parálisis de las extremidades y es ciega y sorda. A pesar de todo, Bzeek la quiere como si fuera su propia hija.
"Yo sé que ella no puede oírme ni verme, pero siempre hablo con ella," dijo. "Siempre estoy cogiéndole la mano, jugando con ella, acariciándola... Tiene sentimientos y alma. Es un ser humano."
Bzeek tiene 62 años, un corazón enorme, una barba larga y una voz dulce. Era el más mayor de 10 jóvenes que llegaron a América desde Libia en 1978 como estudiantes universitarios.
Comenzó cuidando a niños con enfermedades terminales junto a su esposa. Después de que ella falleciese, el siguió con esta dura pero a la vez gratificante labor.
"El truco está en quererlos como si fuesen tus hijos. Sé que están enfermos y que se van a morir. Hago lo mejor como ser humano y el resto se lo dejo a Dios," dijo Bzeek recientemente.
Hay alrededor de 600 niños en los Servicios de administración del DCFS. La mayoría son hospitalizados por tiempo indefinido hasta que aparece alguien como Bzeek. Por desgracia, no hay muchas personas como él.
¡Comparte la increíble labor de este hombre con todos tus contactos! Fuente: Inspiremore